Una empresa de Toledo ha sido la encargada de dar vida a la vieja maquinaria. Foto: V.FENOLLOSA

El reloj de la Casa Consistorial de Sant Antoni ya funciona. Después de tres décadas parado y algún que otro intento infructuoso por conseguir que diera las campanadas de fin de año, ayer se sustituyó su antigua maquinaria por otra más moderna. La empresa Relojeros Castillo, radicada en Toledo, ha sido la encargada de ese trabajo, histórico para la localidad. Para instalar el nuevo reloj sus empleados usaron una grúa, en la que ayer se subió el alcalde, Antoni Marí Tur, para ver de cerca la nueva maquinaria.

La antigua pieza ha sido cambiada por una más moderna de la marca Bodet, que funciona automáticamente y regula los cambios de horario que se producen en otoño y en primavera. Además, «él reloj se autocorrige», según explicó Marí Tur. El aparato ha costado 444.280 pesetas, una inversión necesaria para resarcir a los habitantes de la localidad de todos los lustros que han pasado sin poder fiarse de la hora que marcaba el reloj del Ayuntamiento.

Hace un par de años, una empresa británica intentó arreglar la antigua maquinaria, pero al cabo de dos jornadas el reloj -«esa pequeña joya», según palabras del alcalde- volvió a pararse. Debido a su complicado mecanismo, el Consistorio decidió finalmente conservar la pieza antigua e instalar una nueva. Eso sí, el aspecto exterior seguirá siendo el mismo de siempre.