GUILLERMO ROMANÍ El alcalde de Formentera, Isidor Torres, publicó ayer un bando, «Medida cívica para actitudes cívicas», en el que hace referencia explícita a las bandas reductoras colocadas en la carretera PM-820 que va de la Savina a la Mola y que, tal y como explicaba días atrás este rotativo, son motivo de controversia pública. Asimismo propugna que la velocidad máxima en la isla sea de 75km/h, ya que, según el Consistorio, el tiempo que se pierde a esa velocidad en lugar de a 100km/h hora es mínimo.

Según el alcalde Torres, «una de las especificidades de Formentera es que todavía no tiene semáforos», aunque, como asegura, «la realidad es que cada día hay más vehículos circulando por las carreteras y caminos de la isla». Para Torres, las diferentes señales de tránsito verticales y horizontales y los artículos del código de circulación que hay que aprender para obtener el permiso de conducir, sumadas al hecho de que Formentera es una isla de distancias cortas, «tendrían que ser suficientes para ordenar sin riesgos la circulación».

Sin embargo, tal y como reconoce, «porque el asfalto está en mal estado, por las prisas o por los nervios, las carreteras son escenarios de accidentes y desgracias que ponen en peligro vidas humanas». En este sentido, las bandas reductoras colocadas en la carretera de la Savina a la Mola «pretenden sumarse a la señalización para frenar la velocidad donde más peligro existe: a la entrada de los núcleos urbanos, donde se encuentran pasos cebra o rotondas».

«Respetarlas y no invadir los carriles laterales de bicletas es, además de una obligación, adoptar actitudes consideradas hacia los demás; respetarlas quiere decir que apostamos por tener en Formentera una circulación regida por el civismo antes que por las máquinas».