Francesc Antich, conversa con el conseller d'Hisenda durante el debate de los presupuestos. Foto: PERE BOTA.

El proyecto de presupuestos del año 2001 saldrán del debate en pleno que se inició ayer prácticamente como entraron, después de que el Pacte de Progrés haya accedido a introducir unas mínimas variantes presentadas por los populares. De hecho, el portavoz del PSOE en la materia, Antonio Diéguez, anunció ayer mismo que se aceptaron media docena de las casi 400 presentadas por los populares. Diéguez especificó, no obstante, que los partidos del Pacte aceptaron en comisión más de 40 enmiendas, lo que supone una cifra elevada si se compara con debates de años precedentes.

El diputado socialista aseguró además que las enmiendas del PP contenían muchos errores y citó como ejemplo que una de ellas reclama la adquisición de «microbios» para los animales de compañía cuando en realidad se estaba pidiendo la adquisición de microchips.

De hecho, durante la mañana de ayer tan sólo se aceptó una enmienda del PP que implica abrir una partida de 1.000 pesetas para la creación de una oficina de víctimas del delito en Eivissa. Fue durante el debate de la sección correspondiente a la Conselleria de Presidència, donde el tema estrella fue la ley de consells. El diputado del PP Joan Huguet defendió una enmienda para recuperar el texto de 1987 y dejar sin efecto la Ley aprobada por el Govern y que ha sido recurrida por el Tribunal Constitucional en alguno de sus artículos. Huguet también pidió la supresión de la Direcció General de Presidència, al entender que sus competencias están siendo asumidas por otros departamentos.

La sesión plenaria comenzó con el debate de la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos, que fue aprobada sin modificaciones. La diputada del PP Mabel Cabrer había propuesto que se acordara una rebaja en el impuesto de transmisiones patrimoniales, así como diversas deducciones fiscales para las amas de casa y los hijos. Cabrer defendió otra enmienda para que el Govern descarte las oposiciones como modo de contratación en la Administración y apueste por el concurso oposición. La propuesta no sólo no fue aceptada por el Pacte, sino que además le costó a Cabrer que el diputado del PSM Antoni Alorda acusara a los anteriores gobiernos del PP de haber practicado el nepotismo en la contratación de personal.