Can Misses ha diagnosticado este año alrededor de una decena de casos de enfermos de sida que ignoraban que eran portadores del virus. «La mayoría desconocían que eran seropositivas y en el momento que ingresaron en el hospital, por el motivo que fuera, se descubrió y diagnosticó que ya estaban en fase de sida», explicó el coordinador de sida en Can Misses, el doctor Ramón Canet. En este sentido, se constata que aumentan el número de pacientes de sida, pero seropositivos diagnosticados nuevos que desconocían que lo fueran y no recibían ningún tratamiento.

Al contrario de lo que se pensaba, el número de pacientes homosexuales ha disminuido y han aparecido diagnosticados por infección heterosexual. Pese a esta situación, Canet señaló que «se ha encontrado una buena respuesta de los pacientes», ya que están realizando un tratamiento pese a ser ya enfermos. En el momento de comenzar sus niveles de defensa «eran muy bajos, pero ahora están cercanos a la normalidad e incluso están trabajando».

El hospital Can Misses lleva un registro acumulativo de enfermos seropositivos desde 1997 que se eleva 240, según los últimos datos actualizados en junio. De estas personas, 214 realizan el tratamiento antirretroviral, una terapia combinada de fármacos.

El número de seropositivos fluctúa debido a la estacionalidad, ya que muchos vienen a trabajar en temporada. El sida atraviesa un periodo asintomático desde la infección hasta que aparecen los primeros síntomas. Este hecho supone que el paciente, sin saberlo, pueda infectar a otras personas, a través de las conductas de riesgo. Hay un promedio de 5 a 7 años que puede pasar el paciente infectado y sin síntomas.