El juzgado de paz de Formentera es un órgano judicial insuficiente para las necesidades de los ciudadanos de la isla.

GUILLERMO ROMANÍ El alcalde de Formentera, Isidor Torres, ha señalado su convencimiento de que ahora que el padrón ha superado las 7.000 personas «es de justicia y hay suficientes argumentos» para reclamar de nuevo y conseguir que la isla se constituya en partido judicial propio y separado del de Eivissa. «El pasado 19 de octubre en Formentera ya contábamos con 7.089 personas censadas; es decir que el padrón está por encima de los 7.000 habitantes, el listón que siempre nos ponían para denegar nuestras peticiones», manifestó.

Por este motivo, tanto él como el juez de paz de la isla, Joan Yern, han aplaudido las declaraciones efectuadas hace unos días por el juez decano de Eivissa, Juan Carlos Torres, cuando en unas jornadas del poder judicial celebrado recientemente en Palma volvió a solicitar la conversión de Formentera en partido judicial. Esto conlleva la instalación en la isla de un juzgado de primera instancia e instrucción, de forma que se evita que los ciudadanos tengan que trasladarse a Eivissa para solventar sus asuntos.

Para el magistrado, la futura transferencia de las competencias sobre medios materiales y personales de este servicio público al Govern de les Illes es el momento oportuno para plantear «las peculiaridades y el alcance de esta descentralización, de acuerdo con la realidad pluriinsular de la comunidad».

«Formentera, en muchos aspectos administrativos y de servicios, se asimila a cualquier otra isla como Hierro o la Gomera, islas del archipiélago canario que disponen de sendos juzgados de primera instancia e instrucción», explicó el juez decano antes de añadir «los condicionantes dependencias y costes que en la realidad produce para los justiciables la dependencia de otras islas».