El Ayuntamiento de Eivissa asegura no estar cerrado al diálogo con sus trabajadores y está dispuesto a sentarse con ellos a negociar si no se entra en dos apartados que se dan por definitivos: la valoración en puntos de cada uno de los puestos de trabajo y el incremento salarial de los próximos tres años, para los que el equipo de gobierno propone una cantidad global de 40 millones de pesetas.

El concejal encargado de Personal, Santiago Pizarro, confirmó ayer que salvo estas dos cuestiones están dispuestos a volver a discutirlo todo por lo que, desde hoy mismo, espera una propuesta de los representantes sindicales (que son los que abandonaron las conversaciones) que sirva para retomar la negociación. «Hay ciertos aspectos en los que ya no podemos ceder más, no sólo por cuestiones de dignidad del propio equipo de gobierno, sino porque creemos que nuestra postura es absolutamente racional», argumentaba ayer el concejal.

Sobre la posibilidad de que el 1 de diciembre no se haya llegado aún a ningún acuerdo y comiencen las movilizaciones, Pizarro expresó: «Respetamos el derecho que tienen los trabajadores a iniciar las movilizaciones que crean necesarias, de nuestra parte sólo cabe garantizar que los ciudadanos tengan unos servicios mínimos para que puedan realizar las tareas imprescindibles».

El concejal no ocultó ayer que se encuentra desanimado por cómo está evolucionando este conflicto. «Hemos entrado en una vorágine que se escapa de nuestra comprensión. En ningún momento pensábamos que íbamos a llegar a donde hemos llegado. Tenemos el convencimiento de que los representantes sindicales siempre tienen la idea de que a un gobierno de izquierdas se le puede exigir mucho más que a un gobierno de derechas, y es lógico. Hemos entrado en esta dinámica y lamentamos mucho el punto en el que estamos», argumentó.

Aunque la primera jornada de huelga será el 1 de diciembre, los representantes sindicales no descartan iniciar esta semana movilizaciones de otro tipo.