GUILLERMO ROMANÍ El temporal de Poniente que comenzó a soplar el pasado domingo y que no cesó a lo largo de toda la madrugada del lunes obligó ayer a toda la flota que opera entre Eivissa y Formentera a permanecer amarrada en sus puertos durante toda la mañana. Mediciones efectuadas en el puerto de la Savina revelaron que el viento soplaba con fuerza entre 6 y 7 y rachas que alcanzaban incluso los 8 puntos de intensidad. En la zona de poniente y, en especial en es Freus, las olas superaron los cuatro metros de altura, lo que dificultaba aún más si cabe la navegación creando una fuerte corriente en el paso entre ambas islas.

Finalmente, y alrededor de las cuatro de la tarde, salió una embarcación rápida de cada puerto, el Eivissa Jet desde la Savina y el Rápido de Formentera desde Eivissa, que tenían previsto regresar a sus puertos de origen alrededor de las ocho de la tarde. Asimismo, el ferry Arlequín Rojo tenía anunciada su salida desde Eivissa para poco después de las cinco de la tarde sin que, en las taquillas, se garantizara que la embarcación cruzara los Freus, apuntando que era posible que tuvieran que regresar a Eivissa.

Desde primera hora de la mañana, especialistas que debían acudir al centro de salud de Formentera, personal que debía ir al Ayuntamiento, miembros del cuerpo docente o personal de Costas y la Autoritat Portuària tuvieron que esperar en tierra a las eventuales salidas que se fueron postergando continuamente hasta cerca de las cuatro de la tarde, cuando salieron los primeros barcos.

El alcalde de Formentera, Isidor Torres, señaló que es en momentos como éste cuando «se hacen patentes las deficiencias en materia de comunicación entre Formentera y Eivissa».