El pleno del Ayuntamiento de Eivissa aprobó ayer con los 11 votos a favor del equipo del Pacte Progressista una serie de modificaciones en la Ordenanza Fiscal que especifica las tarifas de las zonas azules y la Ordenanza Reguladora por la que se regirá este servicio. Los concejales del Partido Popular reiteraron las críticas que han venido realizando durante los últimos meses e insistieron en que los precios son demasiado elevados y no están justificados y en que se ha podido incurrir en algún tipo de ilegalidad durante la tramitación.

Por su parte, desde el Pacte Progressista se defendió que si hay algo que no gusta al PP es que «un equipo nuevo, con su inexperiencia, tire para adelante este asunto». En opinión del concejal de Economía y Hacienda, Joan Boned, el PP estuvo «mareando la perdiz durante años y años» y, a pesar de que había anunciado medidas de este tipo nunca se atrevió a ponerlas en práctica.

El PP pidió que ambos puntos del orden del día se retiraran y ofreció su colaboración para mejorarlos y consensuarlos, pero el concejal de Gobernación, Pedro Campillo, no recibió bien dicho ofrecimiento: «Si hubieran querido trabajar sobre este tema hubieran venido a hablar de ello en lugar de escribir tanto artículo de prensa. Nunca han tenido voluntad de consensuar este tema y todavía no sabemos cuál es su propuesta sobre las zonas azules», respondió.

Virtudes Marí (PP) consideró que el equipo de gobierno ha llevado muy mal este tema. Criticó que se aprobara la Ordenanza Fiscal sin incluir las bonificaciones para los vecinos afectados y que éstas se hayan tenido que añadir a posteriori. «Ustedes tenían muy claro lo que querían hacer, pero no sabían cómo. Lo que sí tenían claro es que querían recaudar», señaló, y para ejemplificarlo indicó que en Palma la hora y media se paga a 140 pesetas mientras en Eivissa se abonarán 150 por sólo una hora.