Unas 2.200 personas se han hecho residentes en Eivissa y Formentera
durante 1999, una cifra que asciende a casi 8.000 desde 1996. Esto
supone que el saldo migratorio es un 90 por ciento superior
(aproximadamente) al propio crecimiento vegetativo de la población
(que resulta de restar los nacimientos a las defunciones que se
registran en un año).
La pregunta es qué tienen las Pitiüses para atraer a tal
cantidad de población de otros puntos de España y de Europa y la
respuesta, según los sindicatos pitiüsos, es simple: el empleo. En
concreto, el mayor atractivo son los puestos de trabajo que ha
generado el 'boom' de la construcción en los últimos años. Los
contratos han pasado de ser trimestrales o semestrales a anuales y
que ofrecen condiciones económicas mucho más ventajosas que las que
marca el convenio colectivo general.
Muestra de la escasez de personal cualificado en este área en
las Pitiüses es que numerosos constructores se han visto obligados
a desplazarse a Portugal y a países del Este de Europa para buscar
trabajadores, según señala el secretario general de Comisiones
Obreras en Eivissa, José Antonio Carmona.
Los trabajadores de este sector, a la vista de la prolongación
de sus contratos, se han hecho residentes para beneficiarse de los
descuentos y ventajas que aporta acogerse a esta situación. Sin
embargo, del mismo modo que el 'boom' de la construcción tiene los
años contados -los expertos creen que se irá moderando hasta
estancarse dentro de dos o tres años- los sindicatos consideran que
el incremento de residentes es coyuntural y que muchos volverán a
sus puntos de origen con el tiempo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.