Aprendió a pintar y a hablar casi al mismo tiempo y, pese a ello, su mejor obra tiene tan sólo tres años: su hija India. Por encima de todo es artista, alguien que expresa a través de los cuerpos, ideas sugeridas o directas en las que el color funciona como revulsivo o atenuante. Posee un curriculum interminable y aunque en el carnet de identidad figura Fernando Santos, escogió Nasel Giref como nombre con el que se siente realmente identificado.

Viviendo a caballo entre Madrid, Eivissa y Miami sus obras y pies han recorrido medio mundo desde Estados Unidos a la India en el seno de campañas para firmas como Coca Cola, JB, Cacharel o Absolut. Ahora se gesta en su mente la promoción a nivel nacional de la marca Ballantines y cuarenta y dos figuras de un parque temático de Disney , dos proyectos que le alejarán de la isla donde reside desde hace 16 años. «Vine aquí en un momento en el que esto era el punto de mira de la locura, la luz y terminé instalándome» apunta.

Salmantino de nacimiento, la creación iba pareja a una familia en la que desde los abuelos, pintores, y con un padre catedrático de música, el destino les marcaba en una sola dirección. Estudió Bellas Artes y Publicidad en su ciudad natal y a partir de entonces, como escenógrafo, escultor, maquillador o cualquier otra faceta, dejó su tarjeta por los cinco continentes, una movilidad que intenta trasladar a sus expresiones: «para mí, el resultado ha de suponer una integración total entre colores, formas y espacios» señala, incluso si la superficie sobre la que se realiza es una persona.