GUILLERMO ROMANÍ Las restricciones de agua que decretó el Ayuntamiento de Formentera a finales del pasado mes de agosto ya no tienen razón de ser, porque que se decretaron debido al consumo excesivo de este bien que hacía peligrar las reservas hasta el punto de que apenas alcanzaban para tres o cuatro días. Ello fue consecuencia de que entre el 24 y el 26 de agosto sobrepasó ampliamente la producción, provocando un importante déficit de agua.

Ante esta situación, comenzarón las restricciones a partir de la madrugada del sábado 28 de agosto y la red se cortó entre la una y las siete de la madrugada. Las cifras de estos días reflejan como las restricciones y la puesta en marcha de la desaladora de Gesa invirtieron la tendencia tanto de consumo y producción como por lo que se refiere a las reservas. En los últimos días, la producción de agua descendió notablemente a causa de un problema en una de las membranas de la desaladora de es Ca Marí, problema solventado ayer a última hora.

Esta circunstancia no ha afectado en exceso a la posibilidad de que los niveles de los depósitos reguladores se hayan estabilizado con un ligero superávitat a la situación a la que se había llegado el pasado 27 de agosto. En el periodo contemplado, que abarca del 24 de agosto al 5 de septiembre, la producción total de agua ha sido de 24.564 metros cúbicos, mientras que el consumo se ha situado en 23.880 metros cúbicos. Una vez pasada la alarma y concienciada la población, en este período las reservas de agua han crecido en 684 metros cúbicos, tendencia que se incrementará progresivamente en los próximos días.