Natural, extrovertido y muy simpático, el actor respondió amablemente a las preguntas de nuestro periódico. Foto: Rebecca Beltrán.

Daniel Huarte pisa fuerte. Su intervención en la serie «Al salir de clase» le ha dado la oportunidad de comenzar a perfilar uno de sus sueños: «Llegar a ser como Carmelo Gómez, un actor que elige el tipo de guión que quiere realizar, dirigido por grandes nombres del panorama nacional y fuera de cualquier cliché».

Con un look informal y acompañado de un amigo, el artista ha aprovechado su estancia en Palma para conocer Eivissa, una ciudad en la que no puede escapar a la popularidad. Sólo en el intervalo de tiempo que duró esta entrevista, se acercaron a saludarle varias personas, que le trataban con la misma campechanía y naturalidad que les era devuelta.

Simpático y extrovertido, entre sus próximos proyectos profesionales está debutar en la pantalla grande y trabajar bajo las órdenes de Pedro Masó en «La gran familia». Además, ha creado junto a otros tres compañeros de reparto una productora teatral con la que saldrán de gira por todo el país el próximo año, a la espera de escoger entre dos textos «aún por decidir».

Mientras «y como mínimo hasta navidades», continuará amenizando los mediodías de más de tres millones de adolescentes en el papel de David, un retorcido, ambicioso y a la vez entrañable estudiante de Empresariales que se debate entre amor, amistad y futuro, todo ello si finalmente acaba por solucionar su pasaje de avión -el mismo lunes ha de estar de vuelta a Madrid para continuar con el rodaje de los capítulos de verano-. A la espera de solventar esta cuestión, quizás hoy mismo deba anotar en su agenda una comida con el presidente del gobierno, José María Aznar, en virtud de su amistad con el hijo de Abel Matutes, cita de protocolo que él mismo confiesa «que no le gustan nada».