Un momento del encuentro que el conseller de Turisme mantuvo, junto a su equipo, con el sector empresarial ibicenco. FOTO: GERMÁN G. LAMA.

M.HERRERA/G.ROMANÍ El conseller de Turisme del Govern balear, Celestí Alomar consiguió ayer «abrir una puerta» en su encuentro con los miembros del sector empresarial y hotelero de las Pitiüses, hasta ahora rotundamente opuestos a la aplicación de la ecotasa, un impuesto que el Govern sugiere que se aplique a los turistas para que sirva para recaudar fondos que, posteriormente, se reinviertan en la mejora medioambiental de las Islas. Aunque el presidente de los hoteleros, Gonzalo Miragall, expresó la postura en contra del sector hacia esta medida, Alomar afirmó que nadie se había negado a hablar de este tema y que, de hecho, todos los asistentes a la reunión que se celebró en el Consell están dispuestos a participar en un amplio debate sobre esta cuestión: «Nuestro compromiso es abrir un debate sosegado, que no se haga con el corazón sino con la cabeza, con tiempo», indicó el conseller. De hecho, el Govern da por concluida una primera fase y espera que, a partir de ahora, este tema entre en una segunda etapa en la que se planteen todo tipo de opiniones y sugerencias.

En Formentera, donde los empresarios no han sido tan claros a la hora de rechazar la ecotasa, Alomar dijo haber encontrado un clima «muy positivo y de sintonía», aunque tampoco se plantearon cuestiones muy concretas. El presidente de la Petita i Mitjana Empresa (PIME) en Formentera, Joan Serra, señaló «a título personal» que no entiende «la ecotasa en Formentera como un plan piloto». «Creo que es perfectamente aplicable dadas las características que tiene la isla. Quizá serviría para erradicar determinados tipos de irracionalidad económica», añadió Serra.