El conseller de Turisme del Govern, Celestí Alomar, también aprovechó su visita de ayer para reunirse con los diferentes alcaldes y concejales de Turismo de las Pitiüses. Aunque el encuentro fue breve y estuvo centrado prácticamente en su totalidad en la presentación de las nuevas líneas de trabajo de la Conselleria, tanto el alcalde de Eivissa como el de Sant Joan pusieron sobre la mesa cuestiones concretas: Xico Tarrés propuso al conseller que ambas instituciones puedan empezar a hablar de esponjamiento -derribo de edificios con el objetivo de reutilizar el espacio- y Antoni Marí Marí expresó su preocupación por la implantación cada vez más habitual de la fórmula del todo incluido.

Tarrés considera que en zonas como Platja den Bossa o Figueretes se podría estudiar el cierre y posterior derribo de hoteles que por no haberse modernizado o no adaptarse a la normativa puedan eliminarse. «No hablamos de hoteles que llevan años cerrados, porque con esos se puede iniciar un expediente de ruina y llevarlo para adelante», señaló Tarrés.

Por su parte, Marí Marí, alcalde de Sant Joan, recibió del conseller la sugerencia de que, para luchar contra el todo incluido, lo mejor es crear infraestructuras alternativas. «El me ha hablado de cosas como el esponjamiento, pero cada municipio tiene una realidad diferente y, precisamente Sant Joan, no está muy saturado. Yo creo que si queremos hablar de calidad turística tenemos que empezar por controlar un poco estas cosas».