La evolución de la moda, llega también a los traje tradicionales payeses. Fotos: XICU BUFÍ.

El de camisola es el último de los trajes tradicionales que se han llevado en las Pitiüses. Del traje de balons y el blanc -muy parecidos en su corte y confección- pasamos a un traje que gana en sencillez y comodidad. Aquí la moda da un salto importante reemplazando, por ejemplo, el clásico barret rojo por un sombrero negro de ala ancha. Este traje de principios de siglo -que en las Pitiüses siguió vistiéndose habitualmente hasta la Guerra Civil- gana en modernidad, como demuestra el hecho de que el tradicional hueso de pollo que se usaba para abrocharse el pantalón se sustituya por una bragueta, tal y como la conocemos hoy en día.

El traje de camisola se caracteriza por estar formado por dos camisas superpuestas. La de abajo blanca o, en ocasiones, con finas rayas azules y se abrochaba únicamente con tres botones en la parte superior. La camisola de arriba puede ser negra o azul marino y sólo se abrocha con un botón a la altura del cuello, de modo que ésta queda ligeramente abierta mostrando la camiseta blanca. Esta camisa lleva tres bolsillos en total, dos a los lados y uno interior. Los puños se llevan girados mostrando unos repuntes de adorno.

En la espalda esta camisola presenta una pinza que la cruza en vertical, dándole forma a la pieza. En la actualidad, sobre ésta y en el cuello, los miembros de los grupos folklóricos suelen lucir un pañuelo amarillo que, atado bajo la barbilla, forma en la espalda un triángulo. No obstante, Xicu Bufí, responsable de la Escola de Folklore del Patronat de Música, comenta que «parece ser que antes se llevaba una chalina (especie de corbatín) cayendo sobre la camisola en su parte delantera. En este sentido, el pañuelo amarillo podría ser una innovación».