La residencia de personas mayores «Reina Sofía», gestionada por
Cáritas, se encuentra siempre llena e incluso se registra lista de
espera. El centro atiende a ancianos que por diversas razones no
pueden vivir en su casa o la de sus familiares. Su capacidad de
ocupación es de 60 a 65 plazas. Actualmente hay 62 personas
ingresadas en el centro, que lleva funcionando desde 1977.
Dentro del área de atención a transeúntes y personas sin techo,
Cáritas tiene en marcha el comedor social desde enero de 1998. Es
un proyecto que se destina a los transeúntes y personas sin hogar,
caracterizados por situaciones de exclusión social, marginación y
afectados por distintos problemas como drogas, enfermedad mental o
carencia de recursos económicos. Una media de seis beneficiarios
acudieron cada día al comedor en 1998. Durante el año pasado
pasaron 221 personas por este servicio y se repartieron 2.047
comidas. La valoración que se realiza desde Cáritas de este
servicio es que se trata de un recurso necesario. De este modo, se
recoge que «la demanda ha sido superior a las previsiones
realizadas en un principio».
Otro de sus proyectos se enmarca en la incorporación social de
transeúnte y sin techo donde aparecen personas en Eivissa que se
encuentran «en situación de marginación y exclusión social con
escasa o nula formación laboral sin una familia ni raíces». Durante
1998 se atendieron 236 casos, de los que 205 eran hombres. La
mayoría de estas personas están desvinculadas de sus familias y
plantean problemas relacionados con el desempleo, falta de vivienda
y toxicomanías.
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