Imagen de archivo de una ambulancia de transporte programado.

El comité de empresa de GSAIB en las Pitiusas denunció este jueves la situación de la plantilla del personal de transporte programado en Formentera, donde este equipo profesional debería contar con cuatro técnicos y, tras una renuncia, en la actualidad sólo tiene a dos efectivos y uno de ellos ni siquiera reside en la isla.

En concreto, uno de los técnicos sanitarios ha renunciado a su contrato tras saber que no podrá computar como técnico en emergencias sanitarias ni tampoco percibirá el plus de difícil cobertura, reservado sólo para los técnicos de transporte sanitario urgente. «La gente se siente enfadada y frustrada», comentó ayer José Manuel Romero de CCOO.    «Si a esto no se le puede llamar difícil cobertura, no sabemos cómo llamarlo. En Ibiza siguen sin cubrirse las plazas al 100% y también es un serio problema», lamentaron estos profesionales.

Según afirmaron, muchos sanitarios del servicio de programados eventuales se están planteando probar suerte en otras comunidades donde sí se les respeta su titulación.

José Manuel Romero reconoció que al principio tenían esperanzas de poder negociar con la concesionaria, aunque vistos los acontecimientos de los últimos días, son ahora conscientes de que será muy complicado cambiar su situación.

Hay que recordar que, tras las últimas negociaciones con GSAIB, el personal de transporte programado no es considerado sanitario, por lo que unos 40 trabajadores no percibirán el plus de difícil cobertura ofertado por la empresa. Ante esta situación, desde el comité de empresa rechazaron suscribir el acuerdo y seguirán sin realizar jornadas extraordinarias.

«En Ibiza, algunos compañeros se están planteando dimitir. Muchos han trabajado en UCIs y otras áreas y se cambiaron al programado cuando la empresa era única porque lo veían más beneficioso. Ahora, la situación ha dado la vuelta», concluyó Romero.

Esta misma semana, estos profesionales denunciaron que la empresa estaba contratando en el servicio de programados a técnicos en emergencias sanitarias dándoles de alta en una categoría inferior para evitar así pagarles el plus. Ante todo ello, la única solución que les estaría sugiriendo la concesionaria sería acudir a los juzgados, anulando cualquier tipo de negociación.

«Lo único que ofrecieron a los trabajadores del servicio programado son plazas libres por cubrir para que puedan cambiarse al servicio urgente. Así y todo, no hay plazas suficientes y para nosotros tanto el personal urgente como el no urgente es sanitario igualmente», manifestaron los trabajadores.