Los integrantes de la plataforma SOS Vivienda Formentera protestanto ante la sede del Consell Insular. | Redacción Ibiza

El problema residencial en Formentera se agrava a pasos agigantados y, según algunos colectivos, no sólo está afectando a trabajadores desplazados, sino también a residentes que llevan muchos años en la isla. Entidades como SOS Vivienda Formentera lamentaron ayer la «inacción» del Consell Insular a la hora de buscar soluciones a esta grave problemática.

También denunciaron la gran cantidad de infraviviendas repartidas por toda la isla y aseguraron que muchos ciudadanos, con trabajo estable, no tienen más remedio que dormir en tiendas de campaña o en lugares muy poco recomendables al no poder permitirse el pago de un alquiler.

Entre los casos más escandalosos, desde el colectivo explicaron cómo a una doctora desplazada a la isla le llegaron a ofrecer por 10 euros al día la posibilidad de alquilar una higuera bajo la que dormir. Eso sí, el árbol tenía vistas al mar, ironizaron desde la entidad.

«No hace mucho nos llegaron los casos de enfermeras durmiendo en vehículos o profesoras que en mayo han tenido que dejar sus casas y que deben dormir en sofás o donde pueden», denunciaron también.

La plataforma criticó que para acceder a una habitación compartida se están exigiendo ya más de 700 euros: «Ya se han cruzado todas las líneas rojas. Nos están echando a todos. Formentera es un destino maldito para cualquier trabajador. Están pidiendo burradas y no por pisos o apartamentos, sino por habitaciones compartidas».

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Otro ejemplo que quisieron resaltar es que prácticamente la mitad de la plantilla de bomberos reside habitualmente en la isla de Mallorca.

Protesta

Para denunciar todos estos hechos, la plataforma SOS Vivienda Formentera volverá a organizar una nueva concentración, en este caso el domingo a las 12.30 horas en el puerto de la Savina. «La situación cada día es más difícil y existe una gran inacción por parte del Consell, así que vamos a ver si podemos solucionar algo», comentó Manuel Ángel, uno de los miembros de la asociación.

En 2023, el colectivo pudo reunir y entregar al Consell de Formentera cerca de 800 firmas para reclamar mejoras y, a pesar de los compromisos adquiridos, ha transcurrido un año y nada ha cambiado, según lamentaron.

En este sentido, cabe recordar que el presidente Llorenç Córdoba llegó a reunirse con los miembros de SOS Vivienda Formentera y les aseguró que la institución había empezado a trabajar para encontrar soluciones puesto que la vivienda era «una de sus prioridades».

Entre las medidas que les detalló, el dirigente insular explicó que iban a priorizar las inspecciones turísticas con el fin de controlar la oferta ilegal. Otra de las medidas expuestas era la implementación de un programa de alquiler seguro para que los propietarios pudieran arrendar a un precio razonable a cambio de garantías de cobro y mantenimiento. Incentivos fiscales para estos mismos propietarios y ayudas económicas para los inquilinos más necesitados eran otras acciones que, según dijo Córdoba el pasado año, el equipo de gobierno iba a llevar a cabo durante la presente legislatura.