Imagen de archivo del Consell de Formentera.

El Consell insular de Formentera ha dejado desierta la convocatoria para la contratación de un Técnico en Protección de Menores porque, entre otras cosas, ninguno de los aspirantes contaba con el preceptivo título B2 de catalán. Además, según se desprende del informe elaborado por la institución, ninguna de las personas que postulaban a este puesto acreditó contar con una experiencia laboral de tres meses en un puesto similar o tener un mínimo de 50 horas de formación en estudios complementarios relacionados con el ámbito de menores, todos ellos requisitos exigidos para optar a la plaza.


Las funciones a desarrollar en este puesto de trabajo serían el servicio de atención e intervención con menores y familias; el análisis, seguimiento e intervención con menores en riesgo o en situación de desamparo, el seguimiento y atención de los menores tutelados; el servicio de atención e intervención con familias de acogida; el servicio de adopciones; la elaboración y análisis de los convenios y protocolos de actuación; la asistencia a reuniones dentro y fuera de Formentera y a participación en diferentes comisiones de trabajo también dentro y fuera de la isla. Se trata de un contrato temporal, con una duración de tres meses y un salario bruto anual de 30.365,28 euros. La incorporación a este puesto de trabajo estaba prevista para el día 2 de noviembre.


Los aspirantes debían tener un título de grado o titulación equivalente en trabajo social, psicología, pedagogía, psicopedagogía o educación social. Además, debían acreditar una experiencia de 3 meses o una formación de al menos 50 horas en estudios complementarios relacionados con el ámbito de menores. También se les exigía el nivel B2 de catalán o superior.


Hay que recordar que no es la primera vez que el Consell de Formentera tiene que declarar desierto un concurso público porque los aspirantes no contaban, entre otras cosas, con la exigida titulación de catalán. Este fue el caso del concurso-oposición para la creación de un bolsín de cocineros el pasado mes de agosto porque tres de los cuatro candidatos no poseían el nivel B1 de catalán.
El 14 de julio de 2022 el BOIB publicó las bases que regían el concurso-oposición para la creación de una bolsa de cocineros para cubrir, con carácter interino o temporal, «las posibles necesidades de provisión urgente de plazas y lugares de trabajo del Consell de Formentera».


Entre los requisitos para poder participar en este proceso selectivo, además de tener la nacionalidad española y ser mayor de 16 años, la institución insular exigía «estar en posesión del título de formación profesional de grado medio en cocina y gastronomía o equivalente, o estar en condiciones de obtenerlo en la fecha en que acabe el plazo de presentación de solicitudes». Además, la convocatoria exigía a su vez para poder optar al bolsín de cocineros del Consell formenterés «estar en posesión del certificado B1 de catalán expedido por la Dirección de Cultura y Juventud del Govern de las Islas Baleares o equivalente».


En total, se presentaron cuatro candidatos al concurso-oposición. De ellos, tres cumplían con los requisitos exigidos en las bases, a excepción del título de catalán, mientras que el cuarto no había presentado la declaración jurada de reunir todos los requisitos para poder optar al bolsín de cocineros.
Finalmente, el Consell tuvo que volver a presentar la oferta unos días más tarde, concretamente el 31 de agosto. En esta ocasión, para evitar que el grado de conocimientos del catalán volviera a impedir cubrir la plaza, en lugar de sacar la oferta a través de un bolsín la máxima institución insular lo hizo directamente como oferta del SOIB. Esto supone que, en caso de que varios de los candidatos no reunieran el requisito de la lengua catalana, se les realizaría una prueba in situ el mismo día de la entrevista, por lo que no haría falta presentar certificado alguno ya que los propios entrevistadores valorarían su conocimiento del catalán.