Alejandra Ferrer posa en su despacho del Consell Insular de Formentera. | Daniel Espinosa

Ocho años como consellera responsable del área de Turismo y una amplia experiencia en el sector empresarial han sido indispensables para que Alejandra Ferrer se postule a presidir el Consell de Formentera tras las próximas elecciones del 26 de mayo. Tras el anuncio del actual president, Jaume Ferrer, de no continuar al frente de su partido, ni del gobierno insular una vez pasada la legislatura, Gent per Formentera decidió, con el beneplácito unánime de toda su militancia, que Ferrer fuera su sucesora. Ahora, a sus 41 años, optará a ser la primera mujer presidenta del Consell.

—¿Qué sendero la ha llevado a ser a día de hoy candidata a presidir el Consell?
—Yo comencé en el mundo empresarial y fui vicepresidenta de la PIMEF. Allí llevaba la parte de promoción turística y acompañé a Gent per Formentera, como equipo de gobierno, a las diferentes ferias. Así conocí este proyecto y esta fue la razón por la que entré en listas electorales de cara a la siguiente legislatura. Durante mi primera legislatura llevé Turismo y Movilidad y en esta, Turismo y Territorio. Eso me ha permitido trabajar mucho en el modelo de isla y, sobre todo, conocer las consecuencias que puede tener cualquier decisión sobre el resto del territorio. El equipo de gobierno, la ejecutiva y la asamblea hemos estado trabajando mucho tiempo en la figura que tenía que sustituir a Jaume. Finalmente, han considerado que yo era la mejor opción para encabezar esta isla.

—Tal vez una de las áreas, la de turismo, con más responsabilidad en la evolución de la isla.
—Efectivamente. Sobre todo obliga a tener una visión muy amplia, porque incluye toda la parte de turismo, desde la promoción hasta la ordenación turística, de actividades o de comercio. Y de territorio, la parte urbanística y también la parte que respecta a otras figuras de protección.

—Si gana las elecciones, ¿será la próxima legislatura más continuista o más rompedora?
—Lo que más debemos trabajar es en el modelo de isla y en volver a recuperar el equilibrio, tan necesario, entre el turismo y el bienestar que teníamos años atrás. Todo ello sin que se vea perjudicada la economía turística, que es el motor económico principal que tenemos.

—En su primer discurso como candidata señaló la tradición política de su familia. ¿Qué aprendió de su padre como político?
—Una de las cosas que más aprendí al tener políticos en la familia es que la política supone dedicación las 24 horas del día y que realmente tienes que creer en lo que haces, sino este trabajo se puede hacer muy difícil. Sobre todo aprendí que se debe hacer todo de una manera muy reflexionada y más aún en un territorio tan pequeño. A veces ocurre que intentando arreglar un problema creas cuatro. Es decir, en cada decisión que se toma hay que tener en cuenta cómo afecta al resto, antes de realmente entrar en acción.

—¿Y qué le enseñó Jaume Ferrer, al que ha acompañado durante estos años?
—De Jaume he aprendido la firmeza, la continuidad y sobre todo esta fuerza y la manera con la que ha conseguido que este partido y el equipo de gobierno sea un equipo donde todos vayamos a una.

—¿Cómo valoras las armas políticas del resto de partidos?
—Solamente puedo decir que todos tienen mis respetos. Después, cada uno hará su trabajo para obtener los mejores resultados de cara a las elecciones.

—¿Y de Sa Unió, concretamente?
—Lo único que se me hace un poco extraño es que Compromís era un partido ecologista y que se diferenció de lo que antes era el GIF. Hace unos años ya hubo una Sa Unió con el GIF y el Partido Popular. Y parece que vuelven a los mismos caminos. No puedo hacer más valoraciones sobre eso.

—Adentrándonos en asuntos sobre el turismo. ¿Deben estar preocupados los formenterers por el ‘brexit'?
—El turista inglés no es uno de los perfiles principales para la isla de Formentera, aunque también es cierto que nos suele visitar justamente en pre y post temporada. Es decir, aunque no sea en cantidad, sí es importante por el momento en que nos visita. Del tema del ‘brexit' es importante tener en cuenta que no solo tiene consecuencias en el sentido de si vendrán ingleses o no, sino que el otro día salía publicado que Vueling e Iberia se veían con dificultades de mantener según qué vuelos porque también trabajan con otras empresas inglesas. Creo que al final llegaremos al punto de que, ocurra lo que ocurra, pueda beneficiar a todos. Pienso que los ingleses quieren continuar viajando y creo que al resto de Europa le interesa que todos nos podamos mover libremente. Por lo tanto, creo que se llegará a un acuerdo.

—¿Le gusta en qué se está invirtiendo el dinero del impuesto sobre el turismo sostenible?
—Nosotros estuvimos a favor el impuesto turístico. Además se hace a través de una mesa donde los Consells y otros pueden presentar proyectos. En este sentido en los últimos años siempre hemos conseguido hacer los proyectos que habíamos previsto. Este año sí es cierto que cayó uno de nuestros proyectos, el del Centre d'Esports Nàutics. La única cosa que me preocupa un poco del impuesto turístico realmente es la capacidad que están teniendo otros proyecto de acabarse y justificarse.

—En septiembre del año pasado fijaron el techo turístico en 20.600 camas, 5.000 más que el anterior. ¿Cómo se repartirán estas nuevas plazas?
—Para que estas plazas fueran repartidas de forma más equilibrada se decidió que no crecería la bolsa de plazas hoteleras y que todas estas plazas que realmente no aumentan, sino que se regularizan, serían para estancias turísticas en viviendas, tanto plurifamiliares como unifamiliares, en las zonas en las que estará permitida esta comercialización.

—¿Cuántas viviendas turísticas legales hay en Formentera? ¿E ilegales?
—La cifra de ilegales es muy difícil de dar, sobre todo porque en el caso de las unifamiliares y dependiendo de cómo hiciesen la contratación hasta el momento en el que cambió la normativa eran alegales, porque aún se podía trabajar con lo que es el contrato de arrendamientos urbanos. En este sentido sí puedo cifrar las que son legales. En concreto, 3.504 plazas son legales, aproximadamente unas 700 viviendas.

—¿Por qué las han prohibido en los núcleos urbanos históricos y no en otras zonas?
—Se puede comercializar en toda la isla de Formentera, exceptuando los tres núcleos tradicionales de la isla, que son Sant Ferran, Sant Francesc y la Mola. Estos núcleos se han dejado a fuera básicamente por unas razones concretas. Entre otras, la tipología de las edificaciones que tenemos en estos núcleos, que son muy aptas para familia. En otros núcleos, como por ejemplo, es Pujols, los edificios, aunque no sean turísticos, la tipología que tienen es de una pequeña habitación, una cocina americana abierta y un pequeño salón. En cambio, en el caso de Sant Francesc tenemos pisos con dos o tres habitaciones, cocina cerrada y salón que son mucho más aptos para los residentes de la isla. Por otra parte, todos estos núcleos cuentan con una serie de instalaciones, infraestructuras y servicios que consideramos que son también aptos para familias. Son los sitios donde están los colegios y son los núcleos más tradicionales donde consideramos que si continua habiendo residentes continuaran teniendo identidad propia.

—¿Habrá un incremento en los mecanismos de control?
—Hace dos años creamos el servicio de inspección, que se ha ido implementando según las necesidades. Ahora mismo estamos trabajando en la aprobación definitiva de esta normativa. Una vez aprobada se implementará más personal para el servicio de inspección, tanto por la calidad que tienen que tener estos alojamientos, como también para trabajar en contra de la competencia desleal.Además, hemos implementado también herramientas digitales para poder controlar la comercialización.

—¿Sabe ya el tope de vehículos que circularán este verano por Formentera?
—El tope no se sabe aún. Se está haciendo trabajo desde el área de movilidad e infraestructuras. Tenemos que pensar que esta esta Ley aún no se ha aprobado y que se aprobará, si todo va bien, el día 29 de enero. Creo que es un paso muy grande, sobre todo por tener una herramienta que este año seguramente significará frenar el crecimiento de la entrada de vehículos. Después de su aprobación se tiene que hacer un trabajo muy grande por parte del Consell. Tenemos claro que a estas alturas del año no podemos poner este año un cupo que pueda suponer un perjuicio tanto económico, como para aquellos turistas que ya tengan reservas hechas. Es decir, se hará de manera tranquila y siempre teniendo en cuenta esto.

—¿Por qué desde el Consell se ha mostrado una postura bastante contraria respecto a las excursiones a la isla de un solo día?
—El tema de las excursiones de un día para la isla de Formentera acaba siendo un perjuicio cuando son demasiadas. Tenemos un problema y es que en unas horas centrales muy concretas vienen muchas personas de golpe, que se mueven de una manera desorganizada y que acuden todas al mismo sitio; en este caso, el Parque Natural de Illetes. Desde Formentera siempre hemos defendido que no es suficiente un día para visitar Formentera y que, en este caso en concreto, lo que se está haciendo es utilizar Formentera como una playa más. Pensamos que el turista lo que tiene que hacer es disfrutar de la isla de una manera más tranquila. El problema real es ese, la repercusión sobre nuestras carreteras, sobre nuestras playas y sobre nuestros residuos.

—¿Estará vigente para este verano el decreto de Transporte Marítimo que prohíba esta actividad?
—Eso depende del Govern balear y estamos trabajando para que así sea. No depende de nosotros.

—¿Qué empresa la ha llevado a cabo este año las encuestas entre los turistas para saber su nivel de satisfacción?
—Cegos, creo que se llama, esta empresa

—¿Por qué en años anteriores se contrató a la empresa de Jaume Garau, el gurú de Més?
—Cuando yo entré ya se había hecho algún trabajo con Jaume Garau. Nosotros continuamos. No era una decisión que no tomara yo sola, ni el gerente de promoción turística, sino que se tomaba a través del Patronato Municipal de Turismo. Hizo muy buen trabajo con estos barómetros de satisfacción turística y por eso continuamos trabajando con esta persona.

—En cuanto a urbanismo, ¿cuántas infracciones ha tramitado el Consell esta legislatura?
—Se ha tramitado mucha cosa. Pero no solo se ha tramitado, sino que se han hecho las legalizaciones, en su caso, y las demoliciones necesarias para legalizar. También se han iniciado muchos expedientes sancionadores.

—¿Cuánto dinero ha recaudado?
—No lo recuerdo de memoria, pero en solo mis dos primero años estábamos ya en 200.000 o 300.000 euros.

—¿Las licencias de las mansiones de Punta Gavina se tramitaron correctamente?
—Sí, efectivamente. Lo que nos dijo el consultivo respecto a las casas de Punta Gavina es que toda la tramitación se hizo bien y que no hacía falta hacer la revisión de oficio. Esto lo llevamos a pleno y con esto queda cerrada esta fase.

—¿Por qué se le impide al empresario Leo Stöber construir su complejo hotelero en Punta Prima?
—Al empresario Leo Stöber se le trata completamente igual que al resto de empresarios y residentes de la isla. En Formentera se decidió que se trabajaba por proteger el territorio y en este caso igual. No es que en su terreno hubiese un tratamiento especial. Se hicieron unas normas urbanísticas el año 2010, donde sí hay edificabilidad en este terreno, pero no tanta como se esperaba este empresario. Él está haciendo su camino en los juzgados y hasta ahora los juzgados han dicho que nuestras normas se han aprobado correctamente. Esto continuará su camino, pero la idea de este equipo de gobierno ha sido siempre proteger nuestro territorio y no dejar que se hiciesen 15.000 metros cuadrados más de edificaciones en una zona que, además, está preservada por distintas figuras de protección.