Trabajadores de la empresa que gestiona el servicio municipal de agua. | DANIEL ESPINOSA

Hace más de medio año desde que el inquilino de Jaime Auñón, propietario de una vivienda y un local en Formentera en el que actualmente hay una clínica veterinaria, recibió una notificación de la empresa de suministro de agua en Formentera avisando de que «el recinto de contadores de agua potable no reúne las condiciones adecuadas de seguridad y aptitud para prestar el servicio de abastecimiento de agua». En la notificación, la empresa explicaba que el mantenimiento lo tiene que llevar a cabo el abonado y si en 15 días hábiles no se subsanaban las incidencias (recibió el aviso el 22 de febrero), «se procederá al corte de suministro hasta que reúna las condiciones de seguridad».

Por su parte, la persona que tiene arrendada la propiedad a Auñón aclaró a Aqualia que el local no era suyo y que el recinto de contadores «se encuentra en el estado actual desde hace más de cinco años»; refiriéndose, así, a que se han estado pagando «con regularidad» las facturas sin problema alguno. A raíz de esta situación, el propietario presentó unas alegaciones a la empresa en las que pedía que le explicasen «cuáles son las deficiencias que presenta el recinto de contadores» para poder subsanarlas. Además, en el escrito expuso que no se cita la normativa que supuestamente se ha incumplido o que no se adapta al registro de contadores.

En las alegaciones también señaló que los contadores se instalaron por la empresa encargada por el Ayuntamiento antes del año 2000, «antes de la entrada en vigor del actual reglamento regulador del servicio y se colocaron donde los operarios municipales consideraron conveniente».

Y es que la Disposición Transitoria del Reglamento municipal aprobado en diciembre de 2002 exime, expresamente, a los contadores ya instalados a su entrada en vigor.
Por ello, reiteró que el corte del suministro «sin habilitación legal ni causa justificada» puede ser constitutivo de un delito de coacciones que se denunciará al Juzgado de Guardia.
A mediados de julio, Auñón volvió a recibir un aviso de la empresa del servicio de aguas en la pitiusa menor explicando que no se habían subsanado las deficiencias existentes. Por ello, «no podemos realizar la sustitución de los contadores que garanticen la calidad metrológica», matizó la empresa. Además, volvió a advertir al propietario del corte del suministro en los próximos 15 días hábiles.

Ante esto, el propietario presentó una denuncia por coacciones en el Juzgado de Guardia el 14 de agosto donde especificó que actuaba en su nombre y en el del resto de propietarios titulares de los contadores instalados en el mismo recinto (propietarios del Hostal Bellavista). También solicitó una medida cautelar judicial para que no cortasen el suministro.

Según explicó Auñón, Aqualia está apostando por la instalación del nuevo sistema de telelectura ‘inteligente’ para ahorrar agua al tiempo que reduce la huella de carbono. «Iban a instalar contadores ‘inteligentes’ sin ningún coste para los usuarios porque están financiados por el Consell con 302.000 euros», recordó.

Sin embargo, criticó que ahora «salen con el mal estado de los contadores, sin decir en qué fallan» y no se lleve a cabo el cambio prometido que, según dijeron, debería estar listo a final de año con la instalación de 2.400 contadores en todos los pueblos y zonas turísticas de Formentera.

Por su parte, el Consell de Formentera no ha respondido a las preguntas de este medio sobre el tema en cuestión.