Aquellos que dispongan del tiempo y el placer de deambular por las atlánticas playas de la non conquerida patria asturiana, podrán apreciar en ellas la existencia las vistosas casetas de baño, coloridas instalaciones ideadas para resguardar las partes más o menos nobles y más o menos boyantes tanto del viento como de las miradas indeseadas.

Los formenterers que no gusten salir de la isla, ya sea por híper ocupación estival o por miedo a lo desconocido, que de todo hay por estos lares, pueden estos días escaparse al Centre Antoni Tur Gabrielet y apreciar de cerca las antes mencionadas casetas gracias a la exposición Formentera prêt-à-porter, muestra de pinturas de la asturiana Cynthia Díaz donde esta creadora nos muestra el mundo, un mundo suyo donde el color y la vitalidad se entremezclan para dotar a los paisajes de una energía que contagia al visitante por su luminosidad. «Siempre me encanto Sorolla, y a pesar de ser del norte de España, siempre me han dicho que parecía mediterránea por la luz que doy a mis cuadros», confiesa Cynthia. «Aquí lo tengo muy fácil para inspirarme y ahondar en la pintura figurativa de base impresionista y con un toque más moderno que me caracteriza».

Influenciada por sus estudios en diseño gráfico, a notar en sus trazos y en su manera de posar el color, Cynthia desembarcó en la isla de Formentera hace año y medio arrastrada por una cosa llamada amor «y aquí estoy, desarrollando mi carrera artística y manteniendo la trayectoria que llevo trabajando con galerías a nivel estatal».

A pesar de ello, este es otro mundo que le ha permitido «entablar un cara a cara con el cliente, que también es otra parte acogedora y novedosa de este oficio». Y es que esta joven artista de la generación del 87 comparte la inspiración creativa con la exposición y venta de sus obras en el Mercat Artesanal de la Mola y como artista invitada en el Mercat de l’Art de Sant Ferran, los dos en la menor de las Pitiusas. Allí y en el Gabrielet podremos apreciar hasta el próximo martes 29 de agosto sus acrílicos y acuarelas especialmente gestadas para destacar las transparencias de las aguas de nuestra mar, una Mediterrània que se refleja en parte de los lienzos de Cynthia Díaz y que es en parte la culpable de su deambular por nuestra pequeña isla.