Fabio Bonfanti llegó a Formentera hace cinco años, es pintor y vive con su mujer y su suegra, que es minusválida. Actualmente vive en una casa cercana a Punta Prima, pero la tiene que dejar antes de fin de año y de momento no ha encontrado nada nuevo. «Busco una casa en condiciones para poder vivir, pero soy un trabajador con un salario normal y los precios de alquiler de aquí son muy caros», comenta Fabio, que busca con la dificultad añadida de tener que encontrar una vivienda mínimamente adaptada, ya que su suegra tiene que ir en silla de ruedas. «He visto un montón de casas, pero no tienen habitaciones ni baños adaptados para mi suegra. Muchas escaleras y barreras arquitectónicas», dice Fabio, que se queja además de la estacionalidad de los alquileres. «Cuando encuentras algo te dicen que de noviembre hasta abril. En abril tienes que irte porque la gente empieza a alquilar las casas al turismo», apunta. Fabio estaría hasta dispuesto a reformar con tal de llegar a un acuerdo con un propietario para conseguir un alquiler. «Soy pintor y también he trabajado mucho tiempo en la obra; si alguien tiene una casa que necesite arreglos yo puedo trabajar en ella para ponerla bien a cambio de un alquiler justo». De no encontrar hogar, Fabio se plantea volver a Italia, aunque «es una lástima porque ya son unos años viviendo aquí y no se está mal. No me gustaría tener que marchar».
El caso de Fran Lucas es diferente. Él llegó a Formentera desde Valencia hace una década y no tuvo muchos problemas para encontrar vivienda. «La primera temporada que vine a Formentera tenía una amiga viviendo aquí y no tuve ningún problema en encontrar habitación», explica. Esta buena suerte se ha ido truncando posteriormente, «ha ido irregular, en diez años habré cambiado siete veces de casa. Hay casas que solo las alquilan en verano y otras que solo en invierno. Esta es un poco la dinámica de aquí», cuenta Fran, que ha optado por residir en una casa de otoño a primavera y en otra durante la temporada. «Ahora estoy compartiendo casa con dos personas más en la zona de los Molinos; es una casa pequeña pero nos apañamos porque tenemos distintos horarios de trabajo. Estamos pagando 1.000 euros por ella». Fran es pintor y tiene parada en los mercados de la Mola y Sant Ferran. Su casa es también su taller y eso es un inconveniente cuando «tienes que hacer mudanzas cíclicamente dos veces al año. Es una paliza ya que tengo que mover mis cosas y también el taller y todos los materiales». En invierno ha conseguido encontrar un apartamento por una cifra razonable, 400 euros al mes, eso sí, «al llegar la temporada son unos apartamentos turísticos, así que te tienes que ir a otro sitio».
Cuatrocientos euros al mes es lo que paga también Jorge Valiente, entrenador de baloncesto que hace dos años y medio que vive en Formentera, llegó de Barcelona y esta es su tercera temporada de verano. «Esta es mi tercera vivienda. En mi primer trabajo me incluían la casa, que fue toda una ayuda. El pasado invierno fui a otra casa y ahora estoy en esta, de momento». Jorge reconoce que cada vez es más difícil encontrar hogar. «Está muy complicado porque hay mucha gente que no quiere alquilar para todo el año y para los que queremos vivir en la isla todo el año es difícil si queremos encontrar algo asequible. Si quieres algo en condiciones acostumbra a ser caro y si quieres algo más económico las condiciones no suelen ser buenas». En su caso, han ayudado los contactos. «Si has de ir puerta por puerta en plan ‘Hola, estoy buscando alquiler' es complicado. Has de encontrar a alguien que te conozca o a algún conocido de alguien y labrarte su confianza. En mi caso ha sido por contactos, un conocido del trabajo que tiene una hermana que tenía esta casa y me la ofrecieron. Acordamos un precio asequible porque me conocen y firmamos un contrato de dos años».
Docentes
Finalmente tenemos el caso de Cira Roig. Cira es ibicenca, maestra, y hace cuatro años que vive, o intenta vivir, en Formentera. Acabó la carrera de magisterio en 2013. «A finales de octubre me llamaron para hacer una sustitución para la concertada. Estuve una semana cogiendo la barca para venir a trabajar, pero no me gusta ir en barca y encima pillé mala mar», explica. Por suerte, Cira conocía en Formentera a Miquel Àngel, el párroco. «Miquel Àngel me ofreció temporalmente la casa parroquial de Sant Ferran hasta que encontrara algún sitio», señala. Cira estuvo viviendo más de medio año en esa casa porque no encontraba nada que pudiera pagar. «Cuando llegué aquí justo había acabado los estudios, y no tenía mucho ahorrado porque aún no había empezado a trabajar. No podía pagar lo que me pedían de alquiler y tuve que estar en la casa parroquial de Sant Ferran seis o siete meses». Pasado este periodo, y gracias al trabajo, Cira empieza a conocer gente de Formentera, «sobretodo padres de la escuela. Me ofrecieron un pequeño estudio con una ventana por 550 euros al mes y me fui ahí a vivir. Cuando se me acabó el contrato, otro padre me ofreció otro estudio, esta vez ya con cuatro ventanas, pero se me acabó el contrato de trabajo en les monjes y me volví a Ibiza. En septiembre me ofrecieron plaza en la escuela pública pero no tenía casa, así que me vine a vivir con mi novio y la suegra a su casa porque no encontré nada que pudiera pagar». Y es que al coste de los alquileres en la menor de las Pitiusas, Cira le ha de añadir cuidados familiares. «En Ibiza me hacía cargo de una tía mayor, y al volver a Formentera tuve que contratar a alguien que la cuidara, con lo que la mitad de mi sueldo se va para allá. Yo no puedo pagar aquí más de 550 o 600 euros, y ahora menos, porque estoy trabajando a media jornada y no llego a mileurista. ¡Los cálculos no salen!». No pone pegas a la convivencia actual, pero no es una situación que le guste alargar en el tiempo: «Puedo estar viviendo así 2 o 3 años más, pero después querré un sitio para mí. Ha llegado un punto en que estoy valorando si estar en Formentera o volver a Ibiza. Los alquileres que encuentro no son asequibles para mí en la actual situación. Lo mínimo que encuentras son cosas por 700 euros gastos aparte, y si vas con tu pareja, 800, ¡aunque los gastos vayan aparte!». Cira se queja, además, de que esta situación está afectando a muchos colegas suyos de profesión, que no encuentran alquiler y acaban optando por no repetir destino al siguiente curso. «Se quejan de que faltan maestros o que cada año van cambiando, pero es normal. Si tuvieran una estabilidad no se irían».
FABIO BONFANTI
«Cuando encuentras algo, te dicen que es de noviembre a abril»
Fabio llegó a Formentera hace 5 años. Es pintor y vive con su mujer y su suegra, que es minusválida. Actualmente vive en una casa cercana a Punta Prima, pero la tiene que dejar antes de que acabe el año. «Busco una casa para poder vivir con mi familia, pero soy un trabajador con un salario normal y los precios son muy caros». Y añade: «Cuando encuentras algo, te dicen que de noviembre a abril porque empiezan a alquilar a turistas».
JORGE VALIENTE
«Si tienes que ir puerta por puerta buscando alquiler es complicado»
Jorge Valiente vive hace dos años en Formentera. Es entrenador de baloncesto y esta es su tercera temporada de verano en la menor de las Pitiusas. Por el momento, ya ha vivido en tres casas y reconoce que cada vez es más complicado encontrar vivienda. «Si has de ir puerta por puerta en plan ‘hola, estoy buscando alquiler' es complicado. Tienes que encontrar a alguien que te conozca y labrarte su confianza».
FRAN LUCAS
«En diez años habré cambiado siete veces de casa»
Fran llegó a Formentera hace 10 años y no tuvo muchos problemas en encontrar vivienda. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido complicando la búsqueda de casa: «En 10 años habré cambiado siete veces de casa. Hay casas que sólo las alquilan en verano y otras que sólo en invierno. Es un poco la dinámica que se ha extendido en estos últimos años», explica Fran, que vive en invierno en una casa y en otra durante la temporada.
CIRA ROIG
«Lo mínimo que encuentras son 700 euros con gastos aparte»
Cira es ibicenca, maestra y hace cuatro años que vive en Formentera. Llegó a la isla en 2013 para hacer una sustitución en la escuela concertada. Inicialmente, vivió en la casa parroquial de Sant Ferran hasta que empezó a conocer gente de Formentera que le iba alquilando estudios. «Lo mínimo que encuentras son 700 euros, gastos aparte. Y si vas con tu pareja, 800. Ha llegado un punto en que estoy valorando volver a Ibiza».
LA NOTA
14 viviendas de protección oficial en Sant Ferran
Ante este problema, el Govern ha puesto en marcha 14 nuevas viviendas de protección oficial en Sant Ferran con los mejores acabados y las tecnologías más respetuosas con el medio ambiente. Aun y así, 14 viviendas para más de 200 solicitantes no es una cifra que ayude mucho a solucionar el problema de carencia de vivienda en la menor de las Pitiusas.
3 comentarios
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No encuentran piso la gente de allí para trabajar y quiere pillar el Cacho el italiano...anda y vete a vete a cerdeńa que los de aquí no tenemos casi sitio para ir recogiendo spaghettis
Y en verano de que sobreviven tantos italianos en Ibiza sin pegar palo al agua?
Al inverno de que sobrevivire tanta gente en una isola tan picola?