La exposición recoge una decena de obras de gran formato y de colores diferentes en las que la temática abstracta vuelve a predominar. Por un lado destacan en la exposición obras en blanco y negro y otras estructuras y cuadros en color en los que predominan las tonalidades rojas, amarillas y azules. «Se trata de cuadros hechos con la intención de reflejar mis estados de ánimo y por eso hay colores diferentes para mostrar en cada momento lo que siento, lo que veo, lo que soy y los colores diferentes muestran ese cambio», comenta la creadora.
Las obras que pueden contemplarse en esta sala de exposiciones reflejan los diferentes estilos pictóricos por los que ha pasado la autora durante su carrera artística. En los primeros cuadros Helena empieza a pintar en blanco y negro creando sensaciones visuales con letras. Poco después la artista se ve influenciada por un filósofo, escritor y pintor japonés, Sengai Gibón, que trabaja con círculos, cuadrados y triángulos como base de sus cuadros. Gracias a la influencia de este pintor, la artista adquiere un nuevo estilo creativo. En ese momento Belzer deja los cuadros con letras y empieza a probar diversas formas geométricas hasta que se queda finalmente con el círculo. A raíz de la unión de círculos, la artista empieza a desarrollar un estilo más gráfico y crea una extensa serie de más de 70 pinturas en las que trabaja sobre la experimentación de estas formas.
Después de su trabajo con las formas Helena Belzer coge el pincel, se libera de su faceta anterior y evoluciona hacia un estilo más figurativo creando de nuevo formas, estructuras y paisajes. Ya después de este proceso la autora empieza a introducir el color a sus obras, primero el amarillo, luego el blanco y negro y ya finalmente evoluciona a una nueva época más de estilo expresionista en la que predominan los colores puros y las formas mucho más atrevidas.
En su época actual Helena Belzer ha depurado las épocas anteriores y sigue trabajando en blanco y negro y en color y también conserva en la base de sus obras las estructuras geométricas. Y fruto de la evolución de sus obras su estilo es ahora más sencillo y más sereno. Es, en definitiva, un estilo más limpio pero siempre influenciado por las circunstancias vitales que han marcado a la creadora y también a su trabajo artístico. «En mis pinturas experimento mucho y por eso hago telas con diferentes técnicas; hay pinturas sobre papel con muchos colores y que expresan ganas de vivir y de dar alegría a la vida y otras obras que reflejan épocas más tristes y sombrías y en las que el sentido de la muerte está presente también», concluye la artista.
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