Decenas de personas disfrutaron de la decimoquinta edición de la Olimpiada Payesa de La Mola, una actividad que es capaz de reunir en un mismo lugar tradición y diversión a partes iguales.

Como no podía ser de otra manera, y después de quince años de experiencia sobre la espalda, la Comissió de Festes de La Mola volvió a demostrar su buen hacer en una celebración que combina artes tradicionales y recupera juegos en los que la participación es el eje central. Las carreras de carretillas o el ya emblemático kamasutra pagès marcaron la diada junto a las degustaciones de vi pagès, sobrasadas y quesos. Desde primera hora de la mañana de ayer y con una climatología ideal, residentes y turistas se acercaron la escuela de El Pilar de La Mola para disfrutar de unos de los días más emblemáticos del calendario festivo de la menor de las Pitiüses.

«En esta celebración intervienen un centenar de vecinos, cada uno aportando lo suyo y dicha colaboración nos da fuerzas para seguir adelante con esta propuesta», explicó a este rotativo el vicepresidente de la entidad socio cultural que organiza esta actividad, David Costa. «Llevamos muchos días de intenso trabajo, el pasado sábado noche con una muestra de labores del campo y una torrada y hoy (por ayer) con las propuestas más lúdicas y hemos dado de comer paella a más de 1.200 personas», apuntó Costa. El ambiente ayer domingo era perfecto y entre los asistentes pudimos ver al president del Consell Insular de Formentera, Jaume Ferrer, y al conseller d'Hisenda, vecino de La Mola, Bartomeu Escandell. La tarde acabó entre risas, cachondeo entre «rivales» de los juegos y sobre todo con la alegría de compartir una jornada festiva.