Hoy te invito a mirar atrás con calma y observar el lienzo que has pintado este año, el lienzo de tu vida, que poco a poco has ido llenando con colores, trazos, sombras y luces. En algunos momentos quizás has sentido que el cuadro no reflejaba lo que deseabas. Y en otros, los colores han fluido de forma tan natural que incluso te han sorprendido a ti mismo. Lo importante es ser consciente de que cada pincelada cuenta y cada color tiene su lugar.
Antes de cambiar los colores, de tapar lo que no te gusta o a criticarte por no haber creado una «obra perfecta», haz una pausa. Observa con atención y reflexiona:

  • ¿Qué historias cuentan esos trazos?
  • ¿Qué emociones predominan en mi lienzo?
  • ¿Qué momentos de este año brillan con colores más intensos?
  • ¿Dónde están las sombras que me ayudaron a crecer y a conocerme un poquito más?

Quizás hay pinceladas que no viste en su momento; pinceladas de valentía, de amor, de tristeza o felicidad que se taparon con el ajetreo del día a día. Cada trazo tiene algo que enseñarte, incluso si en su momento no lo entendiste.

Es fácil enfocarse en lo que creemos que «faltó» o en los trazos que quisiéramos borrar, pero ¿qué pasaría si te dieras permiso para valorar las partes que consideras imperfectas? La imperfección abre una puerta al aprendizaje y crecimiento personal.

En pocos días comienza un nuevo año y de nuevo tenemos un lienzo en blanco para colorear. Antes de elegir los tonos te invito a parar, mirar hacia tu interior y responder a esta pregunta: ¿Cómo quiero sentirme mientras pinto este nuevo capítulo de mi vida?
En lugar de enfocarte solo en metas concretas, como un ascenso, un viaje o un proyecto, piensa en las emociones que quieres experimentar. ¿Deseas sentir más paz? ¿Más conexión? ¿Más alegría? Deja que esas emociones te guíen en cada elección. Cuando pintamos desde el Alma, no desde la obligación, los colores fluyen con más naturalidad.
Y recuerda…no necesitas tener el cuadro completo en mente; confía en el proceso y en la magia del Universo cuando sueltas el control.
En la vida no se trata de crear algo perfecto, sino algo auténtico.

TE PROPONGO UN EJERCICIO SENCILLO PARA ESTE AÑO

1. Crea tu paleta emocional. Escribe en un papel las emociones que quieres sentir este 2025.
2. Encuentra tus colores. Piensa en actividades que te ayuden a conectar con esas emociones. Por ejemplo, si quieres sentir gratitud, puedes empezar un diario donde escribas tres cosas que agradeces cada día. Si quieres sentir paz y presencia puedes comenzar a practicar meditación o yoga. Si deseas aprender a soltar el control quizás unas clases de pintura intuitiva puedan ayudarte…Busca aquello que conecte contigo…
3. Pinta tu lienzo día a día. No te preocupes por el resultado final, enfócate en disfrutar cada trazo, cada momento, aquí y ahora.

MIS DESEOS PARA EL 2025

Mi mayor deseo para ti es que pintes desde el Corazón, que este nuevo año sea un lienzo en el que los colores de tu esencia brillen con fuerza. Que conectes con tu poder creador para mezclar tonos, crear contrastes y soltar el miedo a equivocarte. La belleza de la vida no está en alcanzar la perfección, sino en disfrutar el proceso de creación.
En este 2025, deseo que cada pincelada que des esté cargada de intención y autenticidad. Que te atrevas a imaginar y manifestar aquello que te hace vibrar en lo más profundo de tu Alma. Y, sobre todo, que recuerdes que el lienzo siempre puede transformarse: cada día, cada instante es una oportunidad para volver a empezar.

GRATITUD

No puedo cerrar el artículo de hoy sin expresar mi profunda gratitud.
Al periódico de Ibiza y Formentera, gracias por dar voz a Puertas a la VIDA, un espacio en el que compartir mis reflexiones, entrevistas y llegar a tantos corazones. Este lugar no es solo un medio de comunicación, es un puente que conecta Almas.
A ti, que lees Puertas a la VIDA cada domingo, gracias por estar ahí. Que este 2025 sea un año lleno de color, de inspiración y de puertas abiertas a nuevas posibilidades.
Te invito a que sigamos pintando juntos, explorando y descubriendo lo que la vida tiene para ofrecer. Porque al final, el arte de vivir está en cómo elegimos llenar nuestro lienzo.