Uno de los pequeños recibe los regalos de la mano de Spiderman. | Carlos Lucas Cardona

Ataviado para la ocasión con un pijama de su superhéroe favorito, Alejandro Córdoba espera una visita muy especial. Él es uno de los niños ingresados en la unidad de pediatría de Can Misses que, durante la mañana de este miércoles, han recibido un regalo de navidad de la mano de los mismísimos Batman, Capitán América, Viuda Negra o, su favorito, SpiderMan. Estos superhéroes han dejado a un lado por unas horas su lucha contra el crimen y sus antagonistas para hacer felices a aquellos niños y niñas que han de pasar los días de vísperas de Navidad en un entorno tan poco agradable como suele ser el hospitalario.

A las diez y media de la mañana el pequeño corrillo formado por Romeo, Elaia y Alejandro ya esperaban ansiosos la llegada de sus ídolos, que en tantos cómics y películas han visto. No se hacían apenas de rogar, y llegaban un par de minutos después. Su entrada, sin embargo, no era al uso, sino que los superhéroes se adentraban en la sala de espera de pediatría desde las ventanas del hospital, para darle un toque más mágico a la situación.

Una vez dentro, con los pequeños notablemente ilusionados, los tres pequeños ingresados recibían de la mano de los superhéroes un regalo de navidad para cada uno de ellos. Todos agradecían el regalo y no podían contener la emoción de sentirse tan cerca de sus superhéroes favoritos. Alejandro, de tres años de edad y hospitalizado por una operación de apendicitis, a duras penas podía separar la mirada del Spiderman que le entregaba el regalo, al cual se abrazaba.

Sobre esta jornada tan especial ha hablado, precisamente, uno de los grandes protagonistas, Emilio, quien ha interpretado el papel de SpiderMan. Asegura que, después de tres años haciéndolo, sigue sintiendo nervios desde el día anterior por una jornada tan especial «desde las cuatro de la mañana desvelado pensando en esto, el evento más importante del año». La preparación para un evento así, explica, comienza ya desde octubre, cuando se llaman para los preparativos y comprobar que «los trajes estén bien después de tantas batallas».

La motivación de Emilio de cara a este proyecto viene directamente relacionado con su historia personal.

Cuando él era pequeño, tuvo un accidente en el que se quemó la pierna y tuvo que estar ingresado durante cuatro meses. Durante ese tiempo, un chico acudía al hospital a jugar con ellos y hacer mejor su estancia.

«Yo crecí pensando que de mayor quería ser como ese chico», explica Emilio quien, gracias a esta iniciativa, cumple con ese deseo.

«No creo que exista una palabra en la RAE para describir lo que se siente, porque son muchos sentimientos encontrados, es alegría, es emoción. Es una cosa pequeña, pero te sientes útil», explica Emilio. Cuando propuso la iniciativa a sus compañeros que este año celebra ya su tercera edición, obtuvo un «sí rotundo», asegura. Sus buenas intenciones se han visto representadas en las sonrisas de Elaia, Romeo y Alejandro.

Una vez entregados y abiertos los regalos, y hechas las fotos para inmortalizar el momento, los superhéroes se despedían de los más pequeños para volver a su habitual lucha contra el crimen. Lo hacían, una vez más, y para darle un toque más espectacular, a través de las ventanas de la tercera planta del Hospital Can Misses. Se despedía así una de las visitas más especiales que un niño pueda recibir.