Javier Ajenjo, director y fundador de Sonorama Ribera.

Javier Ajenjo, director y fundador de Sonorama Ribera, es una de las figuras más destacadas del panorama musical en España. Su festival, nacido en Aranda de Duero, ha conseguido mantener una línea sólida y coherente durante más de dos décadas, apostando por lo mejor del indie y el rock nacional. Desde hace cuatro años, Ajenjo ha exportado parte de la esencia del Sonorama a Ibiza, adaptándose a la particularidad de la isla y fusionando géneros musicales con una cercanía especial entre el público y las bandas. En esta entrevista, Ajenjo nos habla de los desafíos y éxitos del Sonorama Ibiza, así como de su visión del futuro musical en la isla.

—Este fin de semana se celebra la cuarta edición del Sonorama Ibiza. ¿Podemos considerarlo ya un festival consolidado en la agenda ibicenca?
—Tras superar todas las dificultades del inicio, plantarnos en esta cuarta edición podría considerarse un logro importante. Es cierto que no es sencillo colonizar con el rock una isla tan enfocada en la música electrónica, podría incluso considerarse un deporte de riesgo (ríe). Sin embargo, creo que el año pasado logramos ese ‘click’, y notamos cierto crecimiento en cuanto al público.

—¿Tiene vocación de crecer?
—No necesariamente. Sabemos el tamaño que queremos y el espacio que tenemos. De alguna manera nos recuerda al Sonorama de los inicios: más familiar, con un público cercano y con conciertos más íntimos, fuera de lo habitual. Es fundamental también el éxito de los conciertos externos en Es Caló de s’Oli, no solo a nivel musical, sino también social. Además, la sinergia con las bandas locales de Ibiza es clave. Desde el primer momento, hemos trabajado para que las bandas locales tengan su espacio, tanto en Ibiza como en el Sonorama Ribera, e incluso puedan hacer gira por la Península. Ibiza tiene un tejido musical increíble. Me flipan grupos como Morning Drivers o Billy Flamingos, que están girando por España, demostrando que la música local tiene un gran potencial.

—¿Considera que Ibiza podría acoger un gran festival del nivel del Sonorama Ribera?
—Ya ha habido intentos serios, como el Ibiza Rocks o Sueños de Libertad, con artistas internacionales potentes. Pero siempre se han encontrado con la mala suerte o con el desafío de un proceso tan complicado como el ‘adoctrinamiento musical’ de la población local. Para que Ibiza acoja un festival de esa magnitud, debería haber una apuesta fuerte por bandas internacionales y una promoción importante para atraer a un público que quiera desplazarse a la isla, además de contar con un espacio adecuado. A veces basta con activar cosas que se echen de menos. El año pasado, por ejemplo, trajimos a Babasónicos, que atrajo mucho público argentino.

—El hecho de hacer el festival en Ibiza, ¿le condiciona a la hora de elaborar el cartel?
—No necesariamente. Traemos siempre un concepto global, y este año hemos tratado de ampliar el espectro con bandas tan diversas como Chambao, Raule o Green Valley. Aunque parezca que nada pega con nada, creemos que hay una coherencia. Lo más difícil es convencer a las bandas para que vengan en las condiciones que les proponemos (ríe). Además de la logística para traer no solo a los artistas, sino todo el material. Si fuera fácil, seguramente no lo haríamos (ríe). Es un festival para poco más de mil personas, por lo que sería inviable asumir los cachés de estas bandas en un festival más masivo. Aunque, la verdad, traer exclusivamente bandas de rock sería demasiado arriesgado en Ibiza.

—¿Ibiza no es un buen lugar para el rock?
—Es un lugar complicado. Apenas hay bares de rock. Eso sí, hay gente como Diego Calvo con su Dorado Live Show, que luchan por mantener el espíritu rockero en una isla dominada por la electrónica. Hay que reivindicar más espacios para el rock. La comunidad rockera en Ibiza es muy sentida, con una identidad marcada, diferente a lo que ves en otros lugares. Como en los años 70 y 80, ahora los rockeros son más tecnológicos, pero en Ibiza el rockero es más auténtico, más ‘underground’, lo que lo hace más ‘cool’. En Ibiza, el rockero es más rockero.

—¿Nos puede hablar un poco más sobre la edición de este año?
—El cartel es variado, con mestizaje y bandas que merecen ser descubiertas, como hemos hablado antes. Además, hay una sorpresa en el ADN de lo que hacemos.

—Acerca de esa sorpresa, ¿nos podría adelantar alguna pista?
—Lo único que puedo decir es que será la primera actuación en España de esta banda.

—Entonces, ¿es un grupo internacional?
—¡No diré nada más! (risas)