Los visitantes pudieron disfrutar de un cocktail de bienvenida con magdalenas y copa de cava, y los más pequeños se sacaron fotos, pintaron sus rostros e interactuaron con las princesas de Disney Bella, la Cenicienta y Sonyk.
Ola artificial
Entre dos madres y amigas, Karlijn y Simone, suman seis hijos que disfrutan cada año de esta mágica fiesta familiar. Ellos tienen entre seis y 17 años y «les gusta muchísimo» aseguran sus madres, sobre todo la ola artificial en la que pudieron disfrutar toda una hora juntos. A ellas les encanta «descansar aquí, los vibrantes colores» y sobre todo que «los niños se diviertan tanto».
Amy es monitora de la ola hace cinco años, quien se encarga de impartir clases con la tabla de según el nivel. «Les enseñamos a estar tumbados y hacer trucos con la tabla de bodyboard. Cuando ya van bien probamos con la tabla de estar de pie y ellos se ponen a practicar». Asegura que «los adultos se lo pasan mejor» que los menores y que al principio suele parecerles mucho una hora, pero «al final quieren más» y repiten.
Rafi, tiene 14 años y desde los siete conoce esta ola artificial y a la familia Bam Bu Ku, que le hace sentir como en casa. «Conozco ya a casi todos los que surfean y trabajan aquí. Me divierto un montón y aprendo muchas cosas nuevas, nunca me aburro e incluso he llegado a competir». Asegura que cuando le sale un truco nuevo, la adrenalina recorre su cuerpo. «Si estoy estresado me vengo aquí a surfear y se me despeja la mente, siempre que termino estoy feliz».
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