Pistoletazo de salida a la tercera Maratón de Reciclaje de Ropa en la Escola d’Art d’Evissa | Maga López Arriazu

La tercera edición del maratón de reciclaje creativo de ropa arrancó este martes en la Escola d'Art de Ibiza con más de 40 participantes. Se trata de una actividad promovida por la Fundació Deixalles, la Escuela de Arte Superior de Diseño de las Islas Baleares (ESADIB) y el Consell de de Ibiza, con el objetivo de fomentar la conciencia ciudadana sobre la reutilización en la industria textil, siendo esta la segunda más contaminante del planeta.

Desarrollo

La Fundació Deixalles, dedicada a la recolección de ropa usada, ha puesto a disposición de los jóvenes creadores una enorme montaña de 1.000 kilos, con diferentes tipos de prendas. A las 09.00 horas de este martes los grupos participantes arrancaban la maratón seleccionando los textiles que más les inspiraban para, a continuación, empezar a diseñar sus estilismos en tres talleres de la escuela.

Los equipos tuvieron hasta las 19:00 horas para dejar en su maniquí una prenda «acabada y funcional». Este año hay dos categorías: experto y amateur. En la primera participan los alumnos del ciclo de moda de la escuela y gente externa. El segundo va enfocado al alumnado de la escuela, sobre todo ha participado el grupo de bachillerato. En total hay 19 equipos, ocho son expertos y once de la categoría amateur.

El jurado que elegirá a los ganadores más adelante está conformado por dos profesores de la escuela; la experta en confección, Ariadna Ferrer diseñadora de la marca de Adlib ‘K de Kose Kose'; y el conseller de medio ambiente, Ignacio José Andrés.

El evento ha evolucionado tanto en la participación como en el trabajo, la directora de la escuela Marian Ferrer explica que «la gente cada vez se esmera más en que la prenda resulte más ponible y quede mejor hecha».

Conciencia

«Yo creo que las firmas medianas y grandes empiezan a tener en cuenta el problema de la industria, porque hay una demanda. El público está viendo que esta gran cantidad de desperdicios que se generan no hacen bien a este planeta, no tenemos cómo deshacernos de ellos, y nuestro alumnado y las marcas cada vez están más concienciados», explicó la directora de la escuela.

Los alumnos aseguran que entre ellos cada vez tienen más claro por qué deben comprar en tiendas de segunda mano. Gema, alumna de bachillerato, asegura que «en esta escuela usamos mucho ropa de segunda mano y nos decimos ¡qué chulo!, y el otro responde, pues me costó dos euros», y Maddie recomienda «ir a los mercadillos y a las tiendas de segunda mano».

María desgrana las ventajas de esta opción: «Vas a ser más original, a parte de dar uso a otra ropa, vas a ayudar al medio ambiente y a la explotación infantil y general. También es ropa más única, más barata, la puedes rediseñar como hacemos aquí y en general es una ayuda para todo el mundo, no entiendo por qué no hacerlo».

«Yo todo lo que llevo es de mercadillo, esta camiseta me costó dos euros y este pantalón era de mi padre», asegura Ayelén. Por su parte Gema explica que a veces «a la gente como que le da asco porque es ropa usada, pero la lavas y es tu ropa, ya está».

Deixalles

Es una entidad balear con 37 años de actividad. «Sobre todo es para concienciar a la ciudadanía del uso abusivo de la fastfashion y en esta unión Deixalles aporta la ropa de recogida selectiva, que son los contenedores que tienen en la calle. «Esta ropa de los contenedores es la base que se usa en el taller de inserción laboral». La ropa se selecciona, se separa por calidades, género y temporada. Lo que «sirve» pasa a la tienda de segunda mano ubicada en Sant Antoni y se comercializa.

«Estamos desaprovechando un montón de materiales, por eso es la maratón, para sensibilizar que todos esos materiales se podrían reutilizar en vez de ir al vertedero, que si se hace hay a un ahorro de energía, de agua y de emisiones de Co2», explicó la directora de la fundación Xesca Marti.

Residuo en Baleares

Según la información que maneja la fundación, en Baleares generamos 19 kg. de residuo textil por persona al año. Aquí también entran los kilos de toallas y sabanas de todos los hoteles. «Entre ellos y Cáritas recogen aproximadamente un 14% de la ropa que se tira, el resto acaba en los vertederos», ha explicado Joan Carles Escandell, técnico ambiental de la organización.