La II edición de los ‘Monogràfics d’Arts i Oficis’ incluirá un taller de gonella de burell impartido por los maestros artesanos de la Colla de l’Horta de Jesús. | Moisés Copa

Hasta la llegada de las primeras telas industriales, la sociedad rural en la isla de Ibiza fue completamente autosuficiente a la hora de vestirse. Se trataba de producciones locales para el autoconsumo que han acabado siendo todo un símbolo de la identidad propia de Ibiza y Formentera.
Con su charla sobre ‘Telers i Teixits d´Eivissa’, Toni Tur Sendic, técnico de Cultura y Patrimonio en Santa Eulària, ha participado este jueves en la inauguración del proyecto ‘Els Monogràfics d´Arts i Oficis: Teler tradicional i indumentària tradicional’. Tur consideró «muy positiva» la celebración de esta iniciativa «puesto que siempre es bueno que se organicen cosas para difundir y mostrar nuestra cultura y tradiciones».

Toni Tur Sendic, técnico de Cultura y Patrimonio en Santa Eulària, ha participado este jueves en la inauguración del proyecto ‘Els Monogràfics d´Arts i Oficis.
Fotos: Moisés Copa.

Con su lección inaugural, Sendic expuso qué tipo de producción textil existió en la isla de Ibiza y cómo eran los telares y viviendas en las que se tejía. «Sabemos que hasta mitad del siglo XX todavía había algún telar en funcionamiento, sobre todo para confeccionar paño. En la antigüedad, se utilizaban además para elaborar la roba de burell con la que se hacían las gonelles negres, además de otros tejidos aprovechando siempre las fibras que había en Ibiza como la lana, el lino o el cáñamo. Años después, comenzaron a comprarse los hilos hechos y empezó a llegar así el algodón y otras fibras de manufactura industrial», relató el experto.

Tur explicó que tristemente no ha podido encontrar ningún telar completo en la isla de Ibiza, por lo que la tradición oral ha sido fundamental a la hora de llevar a cabo esta investigación, pudiendo recuperar sólo algunas partes de telares antiguos. Al estar hechos en madera, el paso del tiempo y la carcoma acabaron provocando su desaparición. «Eran herramientas de trabajo que normalmente no estaban ni pintadas ni conservadas. Eran estructuras robustas y, al ocupar mucho espacio, en cuanto dejaban de usarse iban fuera de la casa», añadió.

Si en una vivienda existía un telar, normalmente toda la familia colaboraba en ese trabajo. «Era una fuente de ingresos más», reconoció Sendic, quien señaló que quien poseía un telar solía prestar un servicio al resto de la comunidad al acudir a esa vivienda para encargar sus propias telas.

«Seguramente todas las casas que hoy en día conocemos como Can Tixedó, es porque habían tenido un telar», concluyó.

Previamente a la charla de Tur, la presidenta de la Federació de Colles de Ball i Cultura Popular d´Eivissa, María Marí, habló también sobre ‘Els nostres vestits de cada dia’. Basándose en sus propias vivencias, Marí realizó una descripción general de los diferentes trajes payeses que lucen las agrupaciones folklóricas de la isla. También comparó una antigua vestimenta de trabajo con lo que hoy en día se conoce como el vestit de feina. «Si me baso en lo que vi en mi madre y mi abuela, puedo decir que por casa utilizaban la ropa más vieja que tenían y no salían con ella. Cuando llegó el tergal, confeccionaban prendas sólo para realizar esos trabajos», señaló.

Imágenes de la actuación de 'ball pagès' de este jueves. Vídeo: Moisés Copa.

También entre las prendas de faena que pudo lucir su abuela y las que tuvo su madre se apreciaban ciertas diferencias, aunque «hablar hoy en día de estos ropajes, no tiene demasiado sentido porque ya no usamos la vestimenta tradicional».

Marí aprovechó para destacar la importancia de estos Monográficos, «un trabajo estupendo y fabuloso para que la gente pueda ir recuperando nuestras tradiciones».

La II edición de los ‘Monogràfics d’Arts i Oficis’ incluirá un taller de gonella de burell impartido por los maestros artesanos de la Colla de l’Horta de Jesús. Además, habrá talleres de indumentaria tradicional, de cutxilles matanceres o de embarcaciones tradicionales ibicencas.