El tesoro del verano ya está en el Mercat Nou. | Toni Planells

El higo siempre ha sido uno de los frutos más valorados en las mesas pitiusas desde tiempos inmemoriales. El tiempo de su cosecha es limitado, comienza a finales de julio, tradicionalmente en Sant Joan y apenas dura un par de semanas.

Marga y Esther, desde su puesto en el Mercat Nou de Vila no dudan a la hora de subrayar algunos de sus principales «lo primero es que son de kilómetro cero. Además, nos las traen desde Corona pocas horas después de que las hayan recogido del árbol», tal como explica Marga. Esther, asegura que «ayer mismo nos trajeron tres cajas llenas y hoy apenas nos quedan un par de bandejas. Tienen mucho éxito y no me extraña, están deliciosas».

El limitado tiempo de la primera cosecha de ‘figa-flor' (brevas), ha llevado a métodos de conservación de este apreciado fruto que se han asentado en la tradición pitiusa desde tiempos inmemorables. Uno de estos métodos es la elaboración de ‘xereques' que, tal como explica Antonia, «se hacen con las ‘figa-flors' partiéndolas por la mitad, abriéndolas y dejándolas secar. Una vez que ya están secas, se juntan de dos en dos». Otro de los métodos de conservación tradicional de los higos es el secado de estos, elaborando las también tradicionales ‘figues seques' que, tal como ocurre con las ‘xereques', se conservan a lo largo del tiempo, bien almacenadas en un lugar fresco y seco y que se hacen «con los higos más pequeños, los que maduran más adelante».

Si bien esta variedad de higo termina en pocos días, tal como apunta Antonia, «más adelante, normalmente en agosto, se hace la segunda cosecha, en la que salen un poco más pequeñas». «Primero llega la ‘figa-flor', después viene la ‘verdal', la ‘blanca', la ‘oriola' y la ‘julía'».

En el mismo Mercat Nou, en Frutas y Verduras Catalina, Antonia de n'Hereva, cargaba na caja con dos kilos de esta fruta ya que «mañana vienen mis nietas y mis hijos y les encantan». «Están tan buenas que me las como de cualquier manera. Solas si hace falta, pero con un poco de pan y aceite y un poco de queso están deliciosas», explicaba la veterana clienta de Juanjo en su puesto del Mercat Nou, que reconocía que «es verdad que son un poco caras, pero es que estas solo las encuentras durante cuatro días y vale la pena. Las como a cualquier hora del día. Más adelante vienen las ‘oriolas', que también son deliciosas, pero mis favoritas son las ‘figa-flors'». Antonia reconoce que ya no elabora ‘figues seques' ni ‘xereques', pero que «cuando era pequeña sí que lo hacíamos. Entonces no era como ahora, que encuentras cualquier cosa durante todo el año, y teníamos que procurarnos comida para todo el año. Además, había muchas más higueras de las que hay hoy en día y se cuidaban mucho más de lo que se cuidan ahora».

Hablar de higos en las Pitiusas, ‘figues', conlleva ciertas connotaciones con las que Toni Murtera se permite bromear, ruborizando a la parte femenina del público: «Puedes encontrar ‘figues' en Ibiza durante todo el verano, no solo durante dos semanas. Sobre todo si vas a la playa a buscarlas, ¡está lleno!».