Toni Montserrat, autor de 'Isla Negra'. | Daniel Espinosa

Toni Montserrat (Ibiza, 1974) leyó hace años un artículo de Fanny Tur en el que explicaba uno de los capítulos más inquietantes de la crónica negra de la Ibiza del siglo XIX. Se trataba del asesinato del cura de Sant Jordi, Joan Ferrer, y de su ayudante durante las Navidades de 1863. Un crimen sin resolver con el que Montserrat encontró el argumento perfecto para escribir su primera novela, Isla Negra, editada por Plaza y Janés y que ha presentado este jueves en el Centro Cultural de Jesús de la mano de Fanny Tur y Maria d’es Pou, en un evento moderado por Maria José Amengual ante un auditorio abarrotado.

«No se trata de un thriller trepidante con un Tom Cruise tirándose de un avión sin paracaídas. Es una historia tranquila, como la época en la que se ambienta y como su lectura», explica Montserrat que, sin embargo, reconoce que «mucha gente que lo ha leído me ha dicho que les ha enganchado y que no podían dejar de leerlo. Es lo mejor que me podrían decir».

El argumento de Isla Negra gira en torno al asesinato que describía Fanny Tur en su artículo del que Montserrat explica que, «hacía tiempo que me apetecía escribir una novela y, al leer el artículo de Fanny me pareció la historia perfecta: un crimen real en la Ibiza de mediados del siglo XIX. Un argumento fascinante para describir lo que era Ibiza, nuestra casa, hace un siglo y medio». Desde ese momento, han sido seis años en los que el autor ha ido documentándose sobre la idiosincrasia de una Ibiza más cercana a la Edad Media que a nuestros tiempos, «desde la construcción de las murallas, apenas había evolucionado más allá de la creación de las parroquias. En 1863 no había ninguna carretera, se estaba empezando a construir la de Ibiza a Sant Antoni y los faros estaban a medio hacer. Una de las referencias que más me han servido para documentarme han sido los escritos del Archiduque Lluís Salvador, que son brutales».

Así, Isla Negra es una novela basada en una historia real «que causó indignación más allá de Ibiza llegando al gobierno de la provincia» en la que el autor se ha permitido ficcionar algunos personajes como el protagonista de la historia, Marc Guasch, «un investigador que viene de fuera, pero que tiene vínculos ocultos con Ibiza». Otra licencia que es que «el investigador es muy inteligente y acaba descubriendo al culpable. Cosa que nunca sucedió en la realidad. Eso sí, hay personajes reales que existieron en realidad, como el gobernador, el alcalde, el notario o los curas de cada parroquia. También he puesto nombres inventados a perfiles reales como el del subinspector de policía, el escudero del protagonista en la novela».

De esta manera, Montserrat espera que su ‘retrato’ de la Ibiza del siglo XIX «sea algo que la gente de Ibiza se tome como propia, de la misma manera que el bullit de peix, es Vedrà o las canciones de Uc. Un lector ibicenco podrá ver, entender e identificarse con cosas más allá de la propia trama como, por ejemplo, expresiones tan ibicencas como arredecony. Sin embargo, es un libro que lo puede disfrutar cualquier persona, sea de donde sea, que le guste leer una novela negra. Algunos lectores de fuera de la isla, además, podrán descubrir que existía una Ibiza antes de David Guetta o de los hippies».

Respecto al hecho de que su primera novela se edite nada menos que en Plaza y Janés, una de las editoriales de más peso a nivel nacional, Montserrat reconoce que «he tenido mucha suerte. Les gustó nada más mandárselo y encontraron un hueco para publicarlo. No puedo estar más agradecido. Es como si a un niño que empieza a darle patadas a un balón le ficha el Barça [ríe]».