Dice el refrán «no ames a quien amó, ni sirvas a quien sirvió». Este dicho popular le viene como anillo al dedo a este gobierno municipal de izquierdas, que es tan de izquierdas y agnóstico que cuando ve dinero se deslumbra y a la par se olvida de todo.

En el tan agitado y convulso mundo del fútbol insular siempre estamos a lo mismo: una y otra vez llega alguien de fuera pone dinero, deslumbra a los políticos de turno (o a los satélites ocultos que desde hace décadas pululan en el entorno del mismo), presentando, influyendo, proponiendo o aceptando fórmulas que en la mayoría de los casos, y más pronto que tarde, se demuestran que son un fracaso y, aunque jamás asumen responsabilidades, siguen sentando cátedra con más fantasía que conocimiento para poder seguir disfrutando de sus privilegiadas posiciones.

En el penúltimo episodio del culebrón insular ha vuelto a suceder lo mismo. Alguien se hace con el equipo, pone dinero, el político de turno entra en éxtasis y se olvida del resto, de todos aquellos que llevan años trabajando por el fútbol en la isla, que representan a generaciones de futbolistas y que mantienen con su esfuerzo desde hace décadas el fútbol de la ciudad, que son ciudadanos de Ibiza y que contribuyen con sus impuestos a que las instalaciones y demás infraestructuras se mantengan en condiciones.

Este gobierno, tan de izquierdas que debería de estar con quien menos puede, con aquellos que no disponen de mecenas, que debería tratar de manera igualitaria a todos los clubes del municipio, preocuparse de hacer afición y formar a personas más allá del fútbol utilizando el deporte como herramienta para educar personas que paseen por todo el mundo el nombre de Ibiza, no tiene el más mínimo sonrojo en convenir con aquel que va con los euros por delante.

Menos mal que el alcalde Rafa Ruiz es profesor de Educación Fisica y se supone que, al menos, de esto debe saber, pero si sabe y lo consiente comete doble pecado. No sería un problema si no creara incomodidad, redujera posibilidades y llevara a la precariedad al resto de equipos de fútbol del municipio. Porque parece claro que si en lo político se utiliza la torpeza, en lo administrativo tres cuartos de lo mismo.

Después de firmar un contrato (convenio) el año pasado en el cual el propietario de un club (presidente) le entrega al Patronato de Deportes de Eivissa un dinero para poner césped artificial nuevo en el estadio de Can Misses a cambio de la absoluta prioridad y exclusividad a dicho club, además de aportar la módica cantidad de 200.000 euros y reconocer el carácter VIP del equipo y minusvalorando al resto por no tener dinero.

Este hecho a MAS EIVISSA, nos provoca varias dudas:

1º-¿Existe informe favorable de Secretaría?

2º-¿Existe informe favorable de Intervención?

3º-¿Pasó y se informó por la correspondiente comisión?

4º-¿Ha sido aprobado en pleno?

Si la ley dice que todo aquel contrato superior a 12.000 euros tiene que pasar estos filtros entre otros y que, de no hacerlo, induce a dimisiones, como en el Govern de les Illes Balears.

Por ello MAS EIVISSA, y yo en su nombre, nos dirigimos tanto al señor concejal responsable, Agustín Perea, como al señor alcalde de la ciudad de Ibiza, Rafa Ruiz, para que respondan públicamente a fin de disipar cualquier duda y aclarar lo que tanto malestar ha creado en el resto de equipos de futbol del municipio. Porque claro a este gobierno de izquierdas, tan de izquierdas, le han cegado los euros y parece una maldita tradición que, hasta ahora, han seguido todos los alcaldes socialistas de Vila.