Vaya semanita llevamos con el tema de la libertad de expresión y Valtonyc, Marta Sánchez y el himno, Fariña y el PP, ARCO y la censura y el odio de Hazteoír a todo lo que no sea heteronormativo. Dios me libre de ser el que defienda a Valtonyc que jugó con fuego y finalmente se abrasó. Lo que pasa es que las condenas han de ser ajustadas al delito cometido y no es de recibo que condenen a Valtonyc a tres años y medio de cárcel en un país donde se permite cantar el Cara al Sol y los ultras campan a sus anchas insultando y amenazando día si y día también a mujeres, gays, inmigrantes y gente de izquierdas. O todos a la cárcel o todos a la calle. Es preocupante ver cómo meten en la cárcel al rapero mallorquín justo la misma semana en que retiran una obra de arte en ARCO en la que se incluían unas fotos de Junqueras y los Jordis como presos políticos o en que una jueza secuestra el libro Fariña en el que se cuenta la conexión de un alcalde del PP con el narcotráfico gallego. Algo empieza a oler a podrido y ahora que el PP ya no tiene mayoría absoluta sería un buen momento para derogar la Ley Mordaza que lo único que está consiguiendo es que España se vaya ‘rusificando’ a marchas forzadas. La opinión pública internacional empieza a señalar a nuestro país como un país en retroceso de libertades y esto no nos hace ningún bien aunque para Mariano y los suyos todo vaya de maravilla. Valtonyc no es inocente y debería pagar una buena multa y enmendar el daño hecho. De ahí a ser un mártir hay un buen trecho y el doble rasero de la izquierda no es que ayude demasiado a un acercamiento de posturas. Puestos a elegir prefiero vivir en un país sin censuras donde uno pueda pasarse aunque luego pague por ello a vivir en un país donde Mariano y sus amigos puedan decidir de qué se puede hablar y de lo que no.