02/04/24 0:30
El último episodio que faltaba por ver en el vodevil político en el que se ha convertido el Consell de Formentera es que los consellers de Sa Unió y el presidente Llorenç Córdoba usen a los trabajadores del servicio de limpieza y su huelga para seguir tirándose los trastos a la cabeza con el sindicato UGT en la sombra, al parecer, apoyando y dando aliento a Córdoba en su nueva propuesta de ofrecerse como mediador. El esperpento de crisis política que abrió Córdoba hace meses por pedir un sobresueldo a Prohens debe acabar y cada parte debe asumir su responsabilidad en el conflicto. Mientras tanto, la oposición sigue de perfil, frotándose las manos y esperando su momento.
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