Se equivoca el Gobierno en sus normas sobre la desescalada en las playas. No se entiende que en estas primeras fases se prohíba bañase en el mar y que se permita practicar surf, pero no salir en un llaüt. Tampoco se entiende que la visita a las embarcaciones de recreo solo se permita dentro del municipio. Es absurdo que un josepí que vive en la bahía no pueda acudir al Club Naútico de Sant Antoni, al contrario que un vecino que vive a escasos metros de él.
900 millones paralizados en los cajones, un lujo que no se puede permitir
Que los ayuntamientos acumulen proyectos por tramitar por valor de 900 millones de euros, según las estimaciones del sector, es un lujo que la economía de Ibiza no se puede permitir. Poder iniciar las obras de reforma a través de una declaración responsable contribuirá a desbloquear algunos de estos proyectos, lo que sin duda agradecerán propietarios y empresas. Quedará, no obstante, mucho trabajo por hacer para reducir los hasta 30 meses de demora en obtener una licencia.
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