Opinión

Ofensiva islamófoba de Vox

La portavoz de Vox en el Parlament, Manuela Cañadas, en una rueda de prensa. | Europa Press

TW
2

Vox anunció este lunes «el inicio de una ofensiva contra la impartición de la religión islámica en los centros docentes de Baleares». Denuncian «la peligrosa institucionalización del islam en los colegios»; que las clases de religión en los 17 centros en que se imparte, supone «un paso más en la islamización de las aulas y en la progresiva imposición de valores radicales incompatibles con la libertad y la identidad cultural de España». Pero hay más. Los ultraderechistas alertan que «el islamismo radical se está colando en nuestras escuelas con la complicidad de quienes gobiernan»; y acusan a Pedro Sánchez, a la presidenta del Govern, Marga Prohens, y al conseller de Educación, Antoni Vera, de permitir que «el islam avance en espacios clave como la educación sin ofrecer resistencia alguna». Y concluye el delirante comunicado que «basta ya de financiar el islamismo radical con nuestros impuestos». Vox es un partido ultraderechista y nacional-católico, que ignora deliberadamente que en España existe libertad ideológica, religiosa y de culto (art. 16 de la Constitución). Y no supone ninguna imposición, dado que la enseñanza de religión es optativa. Mucho menos se trata de «islamismo radical», pues los libros de texto y el currículo oficial está supervisado por las autoridades educativas. Pero Vox está inmerso en una ofensiva de criminalización de toda persona extranjera, aún más de los musulmanes, y aún peor si practica el islam. A eso se le llama islamofobia. En España y en Europa entera, es tan legal practicar la religión musulmana como la cristiana; está igualmente protegido y cada cual es libre de adoptar el credo que le parezca. Y desde luego, mejor será que se enseñe en los centros educativos, sabiendo qué y quién lo imparte, a que se haga en ciertas mezquitas. Pero Vox a lo suyo, a atizar el miedo y el odio al diferente y criminalizando a las minorías. Asco.