Viviendas en la ciudad de Ibiza. | Daniel Espinosa

El problema de acceso a la vivienda asequible en Ibiza se agrava cada vez más mientras las administraciones siguen intentando poner soluciones. Tradicionalmente, se podían distinguir entre precios ‘de invierno’, más asequibles que los de temporada de verano, que era cuando se disparaban. Actualmente, esta frontera entre invierno y verano se ha disuelto por completo y se pueden encontrar habitaciones en alquiler por 1.600 euros en pleno invierno cuando hace ocho y 10 años atrás por una habitación en alquiler en un piso compartido se podían pagar entre 300 y 500 euros, cifras que casi ni se ven ya. En paralelo, los precios desorbitados para acceder a un piso completo en alquiler ha provocado el auge de los alquileres de habitaciones, lo que a su vez incrementa el precio de las mismas debido a la alta demanda existente. Así, abunda la oferta de habitaciones de entre 900 o 1.000 euros o bien pagar 1.150 euros por tener la habitación en solitario en verano, pero compartiendo espacios comunes con más de 20 personas en el ya mítico ‘chalé patera’ de Sant Antoni. Los expertos del sector inmobiliario advierten que el escenario próximo es cada vez peor y poco halagüeño para los residentes y trabajadores de temporada,    pues quien tiene el capital tanto para comprar como para alquilar a los precios que se piden actualmente en el mercado son los extranjeros. En paralelo, se expanden los campamentos chabolistas y caravanas por doquier, algo que una isla tan paradísiaca como Ibiza y que vende la imagen de lujo y exclusividad no se puede permitir.    Ibiza debe reflexionar con urgencia hacia dónde encamina su futuro y el de sus residentes.