Michel de Nôtre-Dame, conocido popularmente como Nostradamus, fue un enigmático astrólogo francés del siglo XVI que, en 1555 y a través de las cuartetas crípticas de su famoso libro Les Prophéties, realizó multitud de predicciones anticipando eventos futuros con mejor o peor fortuna. Ahora que termina el año 2024 del calendario gregoriano, 1473 del armenio, 5785 del hebreo, 4722 del chino, 1403 del persa y 1447 del musulmán, un año bisiesto que comenzó un lunes y acabará un martes, podemos comprobar como sus predicciones sobre la abdicación del Rey de Inglaterra, la llegada de un nuevo Papa o un conflicto bélico con China de por medio, han tenido el mismo éxito que cuando predijo el fin del mundo en 1999 o la llegada del Anticristo en 2023. Eso sí, lo clavó en lo que se refiere a catástrofes climáticas y fenómenos meteorológicos extremos. Y es que no cabía esperar menos del año del Dragón según el horóscopo chino, un animal que, si bien representa la valentía, la sabiduría y el éxito, también es un mal bicho al que deberíamos temer.
El año comenzó con la celebración del bicentenario de la Policía Nacional y la intervención de la UME para liberar más de quinientos coches atrapados por un temporal de nieve en la provincia de Soria. La cosa empezó a complicarse en febrero con la muerte de dos guardias civiles arrollados por una narcolancha en Barbate y el incendio que asoló un complejo residencial en el barrio valenciano de Campanar con diez fallecidos y diversos heridos. En clave política tuvo lugar la detención de Koldo García, asesor del exministro Ábalos, por presunta corrupción relacionada con el cobro de comisiones por la compra de mascarillas durante la pandemia, mientras que el primer trimestre del año se cerraba en marzo con la votación en el Congreso de la ley de amnistía para su remisión al Senado, iniciándose así el camino para su definitiva aprobación.
Abril comenzó con la denuncia formulada frente a la primera dama por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, lo que motivó aquella conocida carta del presidente y sus famosos cinco días de reflexión que derivaron finalmente en un plan para la regeneración democrática que más bien pretendía llevar a cabo un control de los medios de comunicación. En mayo tuvo lugar el tradicional Festival de Eurovisión, esta vez en Suecia, donde el resultado fue nuevamente nefasto para nuestro país, quedando muy lejos aquellos triunfos de Massiel y Salomé en los años sesenta. También las elecciones autonómicas de Cataluña, que alzaron a Salvador Illa como presidente, formándose un tremendo enredo diplomático como consecuencia de los comentarios despectivos proferidos por el ministro Puente sobre el presidente argentino Milei, aprobándose finalmente la tan cuestionada ley de amnistía por el Congreso de los Diputados. Mientras tanto, en Ibiza, más de un millar de personas se manifestaban contra la masificación turística, lo que se reiteró en septiembre y se replicó en otras localidades baleares. El segundo trimestre del año se cerraba en junio con las elecciones europeas, no sin antes publicarse una segunda carta del presidente en defensa a ultranza de su consorte, y con la ansiada renovación de los miembros del órgano de gobierno de los jueces que permanecían en su cargo con el mandato ampliamente caducado.
El verano comenzó con dos grandes victorias deportivas conseguidas en julio, además de la participación de nuestros deportistas en los Juegos Olímpicos de París, donde se lograron dieciocho metales, cinco de ellos de oro. Una, la consecución de la cuarta Eurocopa por la selección española de fútbol venciendo en la final celebrada en el Estadio Olímpico de Berlín al combinado inglés. Otra, la conquista por parte de Carlos Alcaraz de su segundo campeonato de Wimbledon derrotando en la final al serbio Novak Djokovic. Fuera del ámbito deportivo tuvo lugar la declaración como imputada de la primera dama, a la que siguió la citación para declarar como testigo de su cónyuge en la Moncloa. Ambos se acogieron a su derecho a no declarar, pero el segundo interpuso una querella por presunta prevaricación contra el juez instructor sirviéndose de la Abogacía del Estado que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid archivó posteriormente. En agosto, y tras el cómico regreso de Puigdemont a Barcelona el día de San Ciriaco, una enorme tormenta empujó contra las rocas en Formentera a más de cuarenta embarcaciones causando graves daños materiales y poniendo en peligro multitud de vidas humanas. Aquel pescador que fue rescatado por sus amigos tras siete interminables horas en el mar ha cambiado para siempre la fecha de su cumpleaños. Se cerraba el tercer trimestre del año con un septiembre que traía consigo la designación por primera vez en la historia de una mujer, Isabel Perelló, como presidenta del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, el asilo político en nuestro país del opositor venezolano Edmundo González y la revelación de secretos de estado de Rey a Rey ¡Qué bárbaro!
Comenzó octubre con el escándalo sexual que salpicó a Errejón y le abocó a su dimisión e imputación. Quién lo hubiera dicho con esa carita de niño bueno rollo Harry Potter. Pero la cosa se complicó cuando una devastadora riada afectó a diversas localidades de Andalucía y Castilla-La Mancha y se cebó con distintas poblaciones y pedanías de la provincia de Valencia dejando más de doscientos fallecidos e infinidad de daños materiales que generaron una gran ola de solidaridad hacia los afectados y, a su vez, de indignación de la ciudadanía con las autoridades competentes dada su inacción en las labores de prevención y rescate, lo que motivó, ya en noviembre, que los presidentes del gobierno central y autonómico fueran violentamente recibidos cuando, tras cinco largos días de absoluto abandono, acudieron en compañía de un valiente Felipe VI a visitar la localidad valenciana de Paiporta. El mes nos dejó también el adiós a las pistas de tenis de Rafa Nadal, el mayor deportista español de todos los tiempos, y la declaración de Aldama tirando de la manta al cantar por soleares sobre el pago de comisiones. Diciembre despidió el año con el final del régimen dictatorial de El Asad en Siria tras trece años de guerra, con la llegada de más pateras a nuestras costas y con unas festividades navideñas que darán la bienvenida al 2025, año de la serpiente en el horóscopo chino.
Y ahora abróchense los cinturones, porque Nostradamus predijo para 2025 graves catástrofes naturales, crisis económicas, hambrunas y guerras, predicciones a las que se suman, por si éramos pocos, las de la vidente búlgara Baba Vanga, que coincide prácticamente con el francés augurando un oscuro futuro plagado de graves guerras, enfermedades y fenómenos climáticos extremos. Como si no tuviéramos bastante con la cuesta de enero, el Blue Monday, cumplir el propósito de dejar de fumar e ir al gimnasio para perder esos kilitos de más. Pero bueno, que sí, que es verdad que, como le decía Charlie a Snoopy, un día todos nos vamos a morir, eso está claro. Pero no menos cierto es, como éste le contestó, que los otros días no. Disfrutémoslos ¡Feliç any nou i salut!
Nostradamus
29/12/24 4:00
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