Es Nàutic estaba de bote en bote en la presentación de Medio siglo acercando el mar a las personas, escrito por Xescu Prats y con un impresionante archivo fotográfico, para celebrar los cincuenta años de un club muy querido del que participa todo San Antonio. Es un libro homenaje a una forma de vivir aventurera y deportiva, lúdica y marinera, con ese estilo vital portmanyí que prevalece noble y sencillo, hedonista, católico y sentimental y pagano, donde se reza en la iglesia como se juega en el bar, rezumante de humor y anécdotas y amor a la mar.

El primer presidente, Pepe Roselló, y el actual, Pepe Cires, se mostraban emocionados y orgullosos de la trayectoria y buen hacer de un club de solera portmanyí que hoy en día es referencia magistral en la náutica mediterránea, que abre las puertas del mar a los jóvenes cachorros pitiusos que pronto serán lobos de mar, y que juega a la baza ganadora de una de las bahías más hermosas del mundo, Portus Magnus con el amoroso abrazo de la Conejera, cuna de Aníbal Barca, donde las velas de los regatistas, escamas de pescadores, remos de piragüistas, copas de diletantes, leyendas de valor corsario, de amor y de contrabando, adquieren reflejos de oro a la puesta de sol.

Pues San Antonio siempre ha sido maravilla mediterránea con su privilegiada localización geográfica y sus corteses nativos que aman celebrar la vida y jamás rehúsan combate. Un pueblo tan marinero merecía tal club. Y como siempre cuando barrunta tormenta o parece que arde Troya, vaivenes vitales y cantos de sirena, encontramos con gusto el refugio del bar, que nuestra mar tiene color de vino.