Supongo que a las miles de personas que retiran el barro de sus viviendas en la Comunidad Valenciana les importa muy poco si la gestión de las emergencias es competencia municipal, autonómica o estatal. Les da igual si llegan los GEOS, la Legión o la UME para ayudar a recuperar las viviendas, buscar a los desaparecidos o repartir comida y bebida.
Hablar de competencias ante la mayor tragedia que ha vivido España en años es un argumento rastrero y mediocre de todos aquellos políticos que lo único que buscan es salvar su cargo. Cuando se recupere una cierta normalidad en la zona 0 en los municipios afectados por la DANA ya habrá tiempo de buscar culpables, responsables e, incluso, que sean los tribunales los que determinen las responsabilidades penales para evitar que este desastre que están viviendo los ciudadanos valencianos no se pueda repetir.
Decía el escritor Lorenzo Silva en las redes sociales que se ha demostrado que España es un Estado fallido y planteaba también que habría que replantear el modelo autonómico. Silva no es precisamente una persona próxima a Vox sino todo lo contrario, pero se hace eco de una opinión que va calando entre los ciudadanos poco a poco y después de la tragedia de la Comunidad Valenciana mucho más.
Si resulta que las autonomías se crearon como una administración más próxima ante los ciudadanos, ¿qué papel tienen cuando son incapaces de avisar a tiempo y evitar decenas de muertes? Las autonomías, y en Balears se ha visto también durante años, se han convertido en estructuras cada vez más grandes y poco ágiles. Lo vimos hace no tanto en la torrentada de Sant Llorenç, donde fallecieron 14 personas. Los servicios de Emergencias autonómicos no se anticiparon a tiempo y sus avisos llegaron tarde. Nadie asumió ninguna responsabilidad. La administración más próxima no estuvo a la altura de las circunstancias.
La tragedia de la Comunidad Valenciana debería hacernos reflexionar y rectificar, aunque mucho me temo que nada de eso ocurrirá. Por ejemplo, no acaba de entenderse que los avisos meteorológicos los lance la Aemet para que posteriormente los servicios de Emergencias de la Generalitat Valenciana, en este caso, los haga llegar a los ciudadanos de forma masiva. ¿No sería mucho más razonable que el aviso fuese directo de la Aemet a los ciudadanos sin pasar por la Generalitat Valenciana? ¿Para qué hacen falta tantos intermediarios cuando el tiempo es oro para salvar vidas? Lo que ocurre es que si empezamos a reducir la administración se tendrían que eliminar algunos organismos que, a la vista de lo ocurrido, aportan muy poco a los ciudadanos y cuestan dinero.
¿Y el papel del Estado? ¿Hace falta pedirle explícitamente ayuda a Sánchez después de ver varios municipios devastados por la DANA? No es una exageración decir que tenemos un Estado fallido. Ha actuado tarde y mal y por desgracia tampoco nadie va a asumir ninguna responsabilidad. Y sobre este episodio, ¿cómo es posible que algunos municipios quedasen totalmente inundados cuando apenas llovía? ¿Qué papel juega en este desastre la Confederación Hidrológica del Júcar? ¿Avisó a tiempo de que la avalancha de agua que llegaba al sur de la Comunidad Valenciana? Sería un error olvidar este episodio. Los culpables, todos sin excepción, deben pagar por su incompetencia, que ha costado más de 200 vidas. Afortunadamente los alcaldes sí han estado a la altura de las circunstancias. A pesar de tener pocos medios han estado al lado de los ciudadanos y han evitado las batallas políticas. Todos los demás podrían dimitir ahora mismo y nadie se enteraría.
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