Cuando alguien va andando por el mundo con los ojos cerrados tiene muchas probabilidades de acabar pegándose un buen golpe con cualquier obstáculo que pueda encontrar en su camino. Partiendo de esta reflexión hay que reconocer que si es peligroso hacer tal cosa para cualquier ciudadano de la calle, lo es todavía más cuando quien actúa de la misma forma o parecida es quien tiene la responsabilidad de gobernar y por tanto de velar por los intereses de todos.
Estamos acostumbrados a que desde los estamentos políticos se gestione más en función del interés del partido que está en el poder que en función del interés general. Cuando eso ocurre se suelen tomar decisiones pensando más en fastidiar a tu rival político que en el interés de todos. Y aquí no cabe hacer diferencias entre la derecha y la izquierda ya que en ambos lados de la política ha venido ocurriendo eso mismo.
Al mismo tiempo unos y otros siguen hablando en público de la necesidad de trabajar todos juntos por resolver los grandes problemas que nos aquejan, cosa que jamás ocurre y todos los partidos siguen haciendo la guerra cada uno por su cuenta, sin querer saber nada de lo que proponga el rival de turno.
A día de hoy, el gran problema por excelencia es el acceso a una vivienda digna y en esa materia se sigue actuando sin querer ver cuál es la realidad. En otras ocasiones ya dije que ese problema no puede tratarse del mismo modo en todas partes ya que si bien es cierto que se trata de un problema generalizado, no puede tener una misma solución para todos los territorios afectados. Las alternativas que se puedan proponer son necesariamente distintas si hablamos del territorio peninsular o de nuestras islas. Pero es que incluso si nos ceñimos a nuestras Illes Balears, la problemática es distinta en cada una de ellas.
En los últimos días se han anunciado nuevas actuaciones, tanto por parte del Govern Balear (PP) como por parte del Gobierno del Estado (PSOE) supuestamente para paliar el grave problema del acceso a la vivienda. Y en ambos casos se actúa con los ojos cerrados y sin tener en cuenta la realidad de cada territorio o para ser más preciso la realidad de Eivissa y Formentera.
Por parte del Govern balear del PP se ha presentado a bombo y platillo el denominado plan de alquiler seguro. Los pisos que se acojan al citado plan saldrán al mercado de alquiler a unos precios máximos de 1.500 euros en Mallorca y Menorca y de 2.100 en Eivissa y Formentera. De estos importes que es lo que se pagará al propietario del piso, el Govern se hará cargo del 30%. Como se puede observar por los precios que han sido marcados por los Agentes Inmobiliarios y los Administradores de fincas, serán alquileres que no estarán al alcance de todos. Pero es que además con ello se sigue discriminando a unos ciudadanos frente a otros.
Es cierto que se discrimina positivamente a los propietarios de pisos en las Pitiusas, pero no es menos cierto que con ello de nuevo se sigue perjudicando a los que buscan viviendas que alquilar. Como viene siendo habitual solo se piensa en no perjudicar al arrendador y al arrendatario como se suele decir, que le zurzan. Señores del Govern, aquí la carestía de vida es superior a la de Mallorca o Menorca, pero desafortunadamente los sueldos son los mismos con lo que la propuesta perjudica claramente a los arrendatarios de Eivissa y Formentera. Está claro que a pesar de que afloraran los pisos que ellos suponen, cuántos trabajadores se pueden permitir pagar 1.500 euros de alquiler por un pequeño apartamento porque eso sí los 2.100 se podrán pedir por cualquier tipo de vivienda.
Por parte del Gobierno del Estado se ha anunciado una nueva convocatoria del Bono Alquiler Joven, que se dotará con 200 millones de euros. Este plan podría suponer para cada joven una subvención de 250 euros al mes durante dos años. Este bono tampoco servirá de nada en Eivissa y Formentera. Y no podrá hacerlo si tenemos en cuenta los requisitos que se exigen para poder optar a esa ayuda ya que la renta que se esté pagando por el piso, en nuestra Comunidad Autónoma no podrá superar los 900 euros. Con este requisito nuestros jóvenes ya pueden olvidarse de solicitar dicha subvención, ya que por ese precio hay meses del año que en la isla no encuentras ni una habitación.
Está claro que por mucho que se agrave el problema en general, el abuso especulativo al que se ven sometidos todos los que pretenden alquilar un piso en Eivissa y Formentera es muy superior al que tienen los posibles arrendatarios de las otras islas y está a años luz de lo que se pueda vivir en la península.
Evidentemente se sigue gestionando a ciegas, sin atender a las peculiaridades que cada territorio tiene que afrontar de cara a esta problemática. La prueba más clara son las dos propuestas que cito y que en la práctica aquí no van a servir para nada. Nada se conseguirá si no se acepta que la vivienda ha de ser para vivir y no para especular.
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