Desgraciadamente uno de los temas polémicos de las últimas temporadas de verano, es el del colapso en nuestra red de carreteras. Resulta muy difícil encontrar algún punto de dicha red que no esté realmente saturada prácticamente a cualquier hora del día. La masificación en general resulta problemática y si la misma es de vehículos todavía más. En plena temporada veraniega es casi imposible llegar con facilidad a buena parte de las playas y calas de la isla, ya que la enorme cantidad de vehículos que hacen cola para acceder a las mismas lo hacen muy complicado.
El colapso en la circulación es un detalle de gran relevancia, ya que el mismo puede acabar provocando un cambio radical en la percepción previa, que se pudiera tener de un lugar como destino turístico. No hay que esforzarse mucho para imaginar lo que puedan pensar nuestros visitantes, si para llevar a cabo sus actividades programadas en sus vacaciones, se ven obligados a permanecer buena parte del tiempo sentados al volante y atrapados en una cola de coches. Y al mismo problema se enfrentan diariamente los residentes en la isla.
Sin duda, uno de los puntos negros en cuanto al colapso en la circulación, que no el único, es el de los accesos al aeropuerto de la isla. Son varios años ya en los que se viene constatando que la llegada y salida del mismo por carretera, es un autentico problema. Los argumentos utilizados por las administraciones responsables, han venido siendo varios; si bien con el tiempo han ido cayendo por su propio peso. Todavía recuerdo la excusa que desde Aena se utilizó las dos últimas temporadas para justificar el caos circulatorio en sus propias instalaciones y aledaños. Según la directora del aeropuerto, se trataba de un problema temporal, motivado por las obras que se estaban ejecutando en la zona de aparcamiento público del aeropuerto.
Pues bien, finalizadas estas el problema persiste y el único cambio visible ha sido en la gravedad del mismo, ya que va en aumento. Hace meses y cuando fue noticia que ya en los primeros días de la incipiente temporada, se estaban acumulando los colapsos circulatorios, desde Aena se anunció que se estaba trabajando en un proyecto, de forma conjunta con las administraciones locales, que permitiría desatascar la situación. El esperadísimo proyecto consistía en ejecutar un acceso alternativo a nuestro aeropuerto desde la carretera de Sant Josep.
En pleno verano, en el mes de julio se puso en servicio esta nueva vía de acceso, que debía descongestionar la rotonda de La Ponderosa, que es parte del citado colapso en la entrada y salida de vehículos. ¿Qué se ha solucionado con ello?, absolutamente nada; más bien la situación y el problema se ha acabado agravando. Estos últimos días hemos podido leer en prensa diversas quejas de sectores varios vinculados al transporte público, sobre el empeoramiento del caos circulatorio, que impide que ellos puedan desempeñar su labor con un mínimo de rigor y tranquilidad. Pero no son los únicos que se acaban viendo atrapados en ese caos diario, los particulares que quieren acceder a las instalaciones aeroportuarias y que una vez acabadas las obras en el aparcamiento, no tienen problemas para aparcar el coche cuando consiguen llegar a las mismas; siguen viéndose atrapados, al igual que el transporte público, en los accesos.
Evidentemente, quienes estuvieron trabajando en el proyecto del nuevo acceso, tenían muy poca imaginación; o eso es al menos lo que se desprende del fastuoso resultado. Parece mentira que se dejara aparcada la lógica con tanta facilidad. Vamos a ver, si en un recinto con problemas de accesibilidad, por tener un solo punto de entrada y salida; aumentas los puntos de entrada, pero mantienes una sola salida, lo único que haces es aumentar el problema. Es de cajón y sin embargo parece ser que nadie cayó en ello.
El aeropuerto es nuestra principal puerta de entrada y salida de la isla, por el mismo llegan a la isla y la abandonan una gran mayoría de nuestros visitantes y la utilizan para sus gestiones del día a día una gran parte de los residentes. La imagen que ofrezcamos de este aeropuerto es fundamental y crucial, ya que suele quedarse en la retina de quienes pasan por el mismo. Parece claro a la vista de lo que sigue ocurriendo, que el nuevo acceso es otro fracaso que puede meter en su mochila la directora de Aena en Eivissa y que se suma a la larga lista de despropósitos que acumula en su nefasta dirección del aeropuerto.
Sigue faltando en este caso en concreto (y en todo lo que se refiere a movilidad terrestre) una visión más global del problema. Cabría esperar de diversas reuniones entre Aena, Consell y Ayuntamiento, propuestas mucho más efectivas; sobre todo si hay disponibilidad de terreno ya en sus manos, para proyectarlas y ejecutarlas y sobre todo, trabajen para priorizar el transporte público. No sigan entre todos manchando la imagen de nuestra isla.