A la mar pitiusa acuden en masa marineros de agua dulce que creen seguir en su pantano. Obviando su peligrosa inexperiencia (a navegar se aprende navegando, a bailar, bailando) lo realmente grosero es la falta de respeto, peor aún cuando van en plan chárter con un patrón al que se presupone cierta cortesía náutica. Quizás Joseph Conrad, que navegó a gusto por el Mare Nostrum en su etapa contrabandista, los mandaría al coronel Kurtz mientras suena la cabalgata de la valquiria por encima del horrendo bakalao jeta.
Opinión
Cuestión de respeto
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2 comentarios
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No hay respeto, ya no tenemos derecho ni a pasar unas horas en paz en la mar. Porque tenemos que escuchar la seudo música a todo volumen de los barcos. Ya ni en la costa, si se te ocurre tomar el sol en alguna playa,se te planta un capullo con la música con un altavoz para hacerse ver y sentir.. asco de sociedad sin ninguna educación ni empatía. Pocas cosas pasan. Nos dirigimos al precipicio.
Estimado Sr Montojo: Hay tantas cuestiones de respeto que me suponen vergüenza ajena de la provincia en la que sobrevivo, que me parece baladí su editorial/comentario. Nos perdemos en hablar, hablar y protestar en los bares. Sin mover un puñetero dedo para cambiar eso que criticamos o calificamos de irrespetuoso. Ibiza tiene el flaco honor de ser la ciudad de la UE donde más dinero negro se mueve. Por poner un pequeño ejemplo , pero no nos importa luego quejarnos de los servicios públicos. Seguimos igual