Hace tres años escribí en este mismo periódico un artículo sobre la okupación por unos incidentes que había habido en unos terrenos en Ibiza. Explicaba, como en otras ocasiones, que las leyes son ambiguas y que no benefician al propietario. Nada que no sepan los que han sido víctimas de este fenómeno social que, con la excusa de la falta de vivienda, se asaltan propiedades privadas y se aprovechan del vacío legal para atentar contra personas inocentes.
Aquel artículo publicado en 2021 fue objeto de una contestación por parte de Oscar Rodríguez, concejal de Podemos de Santa Eulària en ese momento y actualmente portavoz de esta formación política en el Consell d’Eivissa. Explicaba Rodríguez que la descripción de los okupas como unos perroflautas vagos sin oficio ni beneficio era sencillamente falsa. Añadía que las 75 por ciento de las ocupaciones no eran conflictivas y mayoritariamente estaban protagonizadas por familias vulnerables.
Rodríguez calificaba de «rotundamente falso» que los propietarios de viviendas okupadas pudiesen tardar años en recuperar sus inmuebles. «Primero de todo, aquel que vea ocupada su vivienda habitual puede conseguir un desalojo inmediato al tratarse de un allanamiento de morada. Por otro lado, aquel que vea ocupado algún inmueble vacío de su propiedad podrá optar por un procedimiento civil de desalojo exprés», escribía textualmente Rodríguez en su artículo en respuesta a uno mío.
La ley actual que establece este procedimiento –añadía Rodríguez- es de 2018 y fue aprobada por el PP, Cs, PNV y la antigua Convergencia, «un grupo de partidos no precisamente amigos de los okupas». Actualmente los tiempos para recuperar un inmueble vacío por parte de un particular son de unas pocas semanas, no años, insistía.
En aquel artículo de hace unos años yo mismo comentaba que Desokupa era una anomalía por los fallos de la legislación para sacar a los delincuentes de las viviendas okupaba. Rodríguez tildaba a esta empresa de ser unos matones al servicio de fondos buitres y bancos.
Después de los últimos acontecimientos vividos en Sant Antoni, con una okupa que además hacía negocio realquilando habitaciones, y el desalojo de Cala Mastella tras 12 años de litigios, no sé si el dirigente de Podemos, que tiene la oportunidad de trabajar para acabar con esta lacra de delincuentes desde su cargo institucional, seguirá pensando lo mismo. Imagino que Rodríguez cambiaría de opinión si se va de vacaciones durante dos o tres semanas y al regresar a su vivienda se encuentra la cerradura cambiada y la policía local de su municipio le dice que no puede hacer nada, como les ha ocurrido a muchas personas en este país. Si no conoce a ninguna yo le puedo presentar a más de una. Ah, y que no se le ocurra cortar el agua o la luz porque incurriría en un delito de acoso a los injustamente llamados perroflautas.
Posturas como las de Rodríguez, único conseller de Podemos en el Consell, son precisamente las que han fomentado la okupación durante los últimos años, y él lo debería saber mucho mejor que yo porque se supone que cobra un sueldo público para hablar con la gente y conocer sus problemas. Además, desde Podemos y otros partidos han criminalizado a los propietarios de viviendas que, por la falta de seguridad jurídica, prefieren tenerlas cerradas y perder dinero porque saben que si las alquilan y no cobran, que es bastante corriente, viven una auténtica pesadilla.
No creo que defender la propiedad privada sea de izquierdas o derechas. O no debería tener ideología. Y considero que denunciar que alguien ocupe una vivienda que has pagado durante años, que la has reformado con mucho esfuerzo, ya te convierta en un miembro de la fachosfera. Tampoco creo que los pequeños propietarios, los que con tanto esfuerzo se han comprado una vivienda o aquellos que han heredado alguna propiedad, tengan que resolver el problema habitacional que existe actualmente. Para eso están Rodríguez y muchos otros políticos, que lamentablemente van de fracaso en fracaso mientras crece el escepticismo de los ciudadanos de que algún día puedan resolver los problemas reales de la gente. Evidentemente con demagogia lo único que han conseguido es que haya más okupas.