Ante un PSIB-PSOE descabezado y huérfano, atestado de segundones que pugnan entre ellos por adquirir protagonismo mediático, habrá que armarse de paciencia e ir desnudando la estrategia de política buitrera, decidida por los socialistas de Baleares. Se trata de pronunciar las palabras ‘fondo buitre' junto al nombre de la consellera de Habitatge, Territori i Mobilitat, Marta Vidal; la verdadera bestia negra del PSIB, que ya parece haber puesto precio a su cabeza política, del mismo modo que Vladimir Putin juró vengarse del líder de los mercenarios rusos de Wagner, Yevgueni Prigozhin, por haber enviado el expediente de aquella operación ruin y ruinosa, felizmente arruinada por el nuevo Govern, a la Fiscalía. Y es que lo de abortar la compra de 88 pisos de lujo en Palma con el dinero de Ports de Balears, no ha de salirle gratis a Vidal, si depende de Mercedes Garrido.

El paso siguiente será pronunciar a todas horas y en la misma frase, ‘fondo buitre', Marta Vidal y Marga Prohens; de forma que los ciudadanos, tomados por estúpidos, asocien a ambas como las representantes de los buitres en Baleares. Pero difícil será que la estrategia cunda efecto, porque lo único que se ve aquí es una maniobra, esta sí, auténticamente carroñera y buitrera, a falta de talento político, para hacer oposición constructiva, algo que no está al alcance de un PSIB, que aún no ha digerido su desahucio del Consolat de Mar. Para conocer bien cómo se urden pelotazos, lo mejor que puede hacer Garrido es preguntarle a quien se sienta a su izquierda en el hemiciclo, o a su marido. Seguro que saben mucho más. Y para saber cómo se alimenta a los buitres, Pedro Sánchez les explicará la forma de rescatar con dinero público a estos fondos de inversión cuando no les salen las cuentas. O cómo se negocia una ley de vivienda con el consejero de un fondo buitre como BlackRock.