Al margen de las elecciones y sus resultados, sin duda la polémica de esta temporada gira en torno al aeropuerto de Ibiza. Se trata sin duda de la infraestructura más importante para las Pitiusas, ya que de la misma depende nuestra principal industria, o mejor dicho nuestro modo de vida y nuestra propia subsistencia. El aeropuerto es la principal puerta de entrada y salida de nuestras islas, tanto para turistas, como para residentes.

Y es precisamente por ello que la imagen que reciben los pasajeros, tanto a la llegada, como a la salida de la isla, es sin duda fundamental. La controversia que envuelve nuestro recinto aeroportuario esta temporada, gira alrededor de la movilidad, tanto en los accesos, como en el propio recinto del aeropuerto. Están siendo numerosas las protestas de diversos colectivos de trabajadores de esas instalaciones, sobre el colapso que se genera para llegar a la terminal, o bien para abandonarla.

Mucho se ha publicado sobre las quejas de los taxistas, o de los conductores de autobuses de servicio discrecional, sobre las interminables colas que tienen que soportar, para acceder o abandonar el recinto. Pero hay muchas más víctimas a diario de semejantes atascos, los particulares que necesitan acceder a las instalaciones, para dejar o recoger pasajeros; o también, los turistas que tienen vehículos de alquiler que deben recoger o devolver.

Sin embargo, lo que ya resulta frustrante, es ver la reacción de las diversas instituciones implicadas y que tienen sí o sí, la responsabilidad de resolver el problema. Problema, que por cierto, ni es nuevo, ni acaba de aparecer por arte de magia, ya que hace al menos un par de años que se estaba viendo venir. Tres son los personajes que tienen algo que decir en el asunto, o más bien tienen algo que hacer; Aena, el Consell Insular y el Ayuntamiento de Sant Josep, pero hasta la fecha ninguno de ellos ha modificado absolutamente nada de forma ostensible, para que la situación pueda mejorar.

Hasta la fecha lo único que conocemos es que se acusan los unos a los otros, de no hacer nada para solucionar lo que sin duda es un grave problema. Aena, afirma que se trata de un problema viario y que al no tener competencias en esta materia, no puede actuar. El Consell culpa a Aena por ser quien no es capaz de poner orden en la movilidad del tráfico rodado, en lo que son los terrenos del ente aeroportuario y, por último el Ayuntamiento de Sant Josep, responsable de vigilar el tráfico en la instalación, así como de hacer que se cumplan las normas básicas de circulación, además de vigilar todo tipo de actividad ilegal que se pueda realizar en la zona, tampoco parece que esté haciendo lo suficiente.

Vamos por partes, la dudosa capacidad demostrada hasta la fecha y en varias ocasiones ya, por parte de la actual directora del aeropuerto de nuestra isla, para afrontar problemas directos relacionados con la infraestructura que dirige, es clamorosa. Por más que quiera esa persona lavarse las manos y echar toda la culpa a terceros, lo único que hace es sumar un fracaso más en su gestión. Se trata de una persona que es la máxima responsable de una empresa estatal, que dirige la puerta de entrada y salida de la isla. Hasta la fecha, parece solo preocupada por ofrecer a sus mandos, números en constante aumento, tanto de aviones, como de pasajeros; sin olvidar los números que hacen referencia a los ingresos económicos que pueda obtener. Ingresos que por cierto obtiene de las diversas empresas que utilizan sus instalaciones, las cuales están obligadas a cumplir religiosamente con contratos económicamente importantes, pero que no reciben siempre el trato diligente al que tienen derecho.

Las quejas no vienen solo de los usuarios de las zonas exteriores, también de los diversos departamentos de la terminal de pasajeros. Mobiliario en mal estado, instalaciones interiores deficientes, falta de limpieza, etc. Parece claro que lo del acceso rodado, no es el único problema que no acaba de resolver.

En lo que al Consell y el Ayuntamiento se refiere, hasta la fecha han utilizado la misma táctica que Aena, es decir quitarse el problema de encima, responsabilizando a los demás de ser quienes deban buscar las soluciones. Como he dicho antes, es un problema que no es nuevo y parece claro, que en la pasada legislatura no se hizo lo debido para evitar vernos a día de hoy con semejante enredo. Por lo tanto, las dos administraciones locales, también han fallado estrepitosamente.

Aena habla ahora de un proyecto importante en el que están trabajando hace meses, cuando el mismo debería haber estado listo antes del inicio de la temporada. Consell y Ayuntamiento limitan el problema a las instalaciones de Aena, cuando cualquiera ha podido sufrir en algún momento la realidad de los atascos en la carretera de acceso. Todo llega tarde ya, pero recemos para que unos y otros sepan ver, que la solución pasa por los tres, no por uno solo. Mientras seguiremos con un aeropuerto que nuestras islas no merecen.