Ibiza cuenta involuntariamente, desde hace dos semanas, con una nueva «industria» altamente contaminante, que emite gases de efecto invernadero las 24 horas del día y que consume grandes cantidades de agua diariamente. Al contrario de lo que sucede normalmente, esta intensa actividad energética, no produce absolutamente nada beneficioso. Es un gasto improductivo y estéril, del que nada bueno se saca. Nos estamos refiriendo a la planta de biomasa del polígono de Montecristo, en San Rafael, que está ardiendo continuamente, a veces de forma visible y a veces veladamente. Los bomberos de Ibiza, dependientes del Consell d'Eivissa, se han visto obligados a comisionar allí de forma permanente un retén que por más agua que echa, no hay forma de apagar el incendio. Y dada la escasez de efectivos que sufre el departamento de forma crónica, pues tiran de horas extras, con lo que el incendio les sale a todos los habitantes de la isla por un ojo de la cara. Siete bomberos cada día echan horas por un tubo, pero sin esperanza ninguna de poder extinguirlo, sino únicamente para que no se propague fuera de la planta.
Opinión
Ibiza necesita más bomberos
También en Opinión
- Reino Unido pide a sus ciudadanos que 'pasen' de Ibiza y vayan a esta otra isla española
- Conoce a estos seis perritos de Ibiza que están en busca de un nuevo hogar
- Apuñalan a un hombre en una barbería de Sant Antoni
- Unos 'okupas' riegan con pis y otros fluidos a los propietarios de una vivienda cuando trataban de entrar
- «Las aseguradoras nos han dado la espalda»
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Sr. Perdona Ibiza carece de muchas cosas, no sólo de bomberos. Carece de políticos honestos que conozcan la realidad de sus ciudadanos. Carece de infraestructuras para atender y dar un servicio en condiciones a residentes y turistas. Pero lo más grave es que Araceli de ciudadanos dispuestos a trabajar y poner su granito de arena , para que el futuro de la isla no sea tan negro como se prevé. Mientras a llenarse los bolsillos. Seguimos igual