La pandemia pasa factura a todo aquel que lidere un ejecutivo, pero Francina Armengol ha salido especialmente quemada del ecuador de la legislatura. Está cansada y sabe que ser el animal político más brillante de Baleares no le va a ser suficiente para torcer el brazo a una Marga Prohens que plantará cara para ser la nueva inquilina del Consolat de Mar. A la presidenta le quedan todavía algunos episodios en los que podría salir damnificada como una eventual imputación en la causa que investiga las concesiones de algunos puertos deportivos como el de Eivissa o el de Maó.
El gol de Armengol
También en Opinión
- Un coche aparca en plena orilla en Cala Xarraca
- La propiedad del Rustic destinará 40.000 euros para limpiar la finca tras el desalojo de okupas
- «Quien no ha estado en el Costa, no ha estado en Ibiza»
- Brutal accidente con tres coches implicados en la carretera de Sant Antoni
- Un turista está en la UCI tras caerse desde el tercer piso de un hotel en Ibiza
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.